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La esclerósis múltiple no me detiene

Un adormecimiento en una pierna fue uno de los síntomas más importantes donde me di cuenta que algo estaba mal en mi cuerpo.

La esclerósis múltiple no me detiene
Mónica Canto

Por Mónica Canto
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“Aprendí que la Esclerosis Múltiple no detiene mi vida y que tampoco es todo lo que soy, es solo una parte de mí. Es importante como tú te cuentas la historia porque así es como los demás te van a percibir”, Mónica Canto.

Un adormecimiento en una pierna fue uno de los síntomas más importantes donde me di cuenta que algo estaba mal en mi cuerpo. Fue durante una boda que empecé a sentir una debilidad significativa en mi talón, un adormecimiento que iba y venía; ahí comprendí que a lo largo de mi vida tuve una serie de síntomas que no estuvieron 100% claros hasta que, después de una larga travesía de 4 años, en el 2017 me diagnosticaron con Esclerosis Múltiple.

A mis 14 años tuve un primer síntoma, perdí la claridad de la vista en un ojo; no te das cuenta de que pequeños síntomas que presentaste durante años están ligados a las afectaciones que tiene este padecimiento.

Comencé mi diagnóstico en México tras una valoración neurológica, sin embargo, no había una claridad sobre mi padecimiento en ese entonces, no existían los suficientes síntomas para confirmarla y todo quedó en suposiciones. Dejé México para irme a un nuevo país donde tenía que adaptarme al lugar, al clima, a mi nuevo trabajo, a la gente, a la ciudad, etcétera, sin embargo, continuaban algunas molestias que no me incapacitaban, por ello, traté de asociarlo a este cambio de vida y no lo vi como una “red flag”.

No fue hasta que hice un viaje en octubre de 2016 donde había que escalar montañas y caminar mucho; tras la debilidad de mis pasos, de mi pierna y, sobre todo, de mi talón me caí de la nada. Me preocupé y acudí con un médico ortopedista quien tras una serie de estudios me canalizó con un neurólogo. En este punto volvieron a realizarme análisis y estudios, uno de ellos, la punción lumbar que fue la que finalmente confirmó el diagnóstico de Esclerosis Múltiple en febrero de 2017; para este entonces los síntomas que presentaba ya eran más visibles, claros y a veces hasta incapacitantes.

Al principio fue difícil saber que tenía Esclerosis Múltiple; viviendo en otro país, hablando en otro idioma, viviendo sola, donde no logras comprender del todo lo que te están diciendo; claro que es complicado, sin embargo, también fue liberador, comprendí el porqué mi cuerpo reaccionaba de cierta manera y sentí cierto alivio, no obstante, después llegó el miedo; lo primero que te imaginas es “voy a estar en una silla de ruedas”. 

Aunque la Esclerosis Múltiple es una enfermedad degenerativa para la que no hay cura, descubrí que hay que moverse, aunque te cueste trabajo, hacer ejercicio, aunque no puedas, caminar, mantenerse activo y cuidar lo que comes. Durante cuatro meses después de mi diagnóstico, pedí una licencia en mi trabajo. En ese tiempo me dediqué a hacer pilates, yoga, feldenkrais, natación, entre otras actividades hasta encontrar lo que a mi cuerpo le hacía bien. Entendí que tenía el poder de fortalecer mi cuerpo.

“Hacer visible lo invisible” esta es una de mis misiones de vida. Para mí la Esclerosis Múltiple es una condición importante, pero no me define; por ello es necesario alzar mi voz y compartir mi experiencia. Cuando llegué al grupo EMovimiento entendí la importancia de rodearme de personas que entienden la enfermedad, de estar en un grupo que me ayude a aprender más de mí, de otros, de la vida y ver que no importan los síntomas, lo verdaderamente relevante es no dejar de moverse, para poder seguir moviéndote. 

La Esclerosis Múltiple no ha detenido mi vida. Hoy en día existen muchos tratamientos que te permiten frenar, en medida de lo posible, la progresión del padecimiento. Es importante leer, preguntar, entender la enfermedad; esto ayuda a identificar lo que uno puede hacer día con día para mejorar tu calidad de vida. Cada uno puede impactar favorablemente su progresión, y es importante generar conciencia de cómo cuidarte.

He aprendido de la Esclerosis Múltiple a volver a lo básico: comer saludable, hacer ejercicio, dormir bien, manejar el estrés, rodearte de gente que te quiera, amar, reír, cantar, llorar, acciones muy básicas que sí hacen un cambio significativo, además de tu tratamiento médico. Hacer todo esto, me ha permitido estar mucho mejor y seguir viviendo sin miedo, cada instante de mi vida. 


Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.