Zelensky, la guerra y la frontera

Los republicanos ahora abogan porque la frontera en la que realmente debería de estar el foco de atención es en la de México y Estados Unidos.

Zelensky, la guerra y la frontera
Raquel López-Portillo Maltos

Por Raquel López-Portillo Maltos
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Ante un nuevo punto de inflexión en la guerra en Ucrania, al presidente Volodomyr Zelensky se le ve moviéndose desesperadamente entre distantes latitudes y actores. Esto no es gratuito si se considera que, a dos años y ocho meses del inicio de la invasión rusa, no se ve una luz al final del túnel. Pese a que el martes en el Capitolio Zelensky afirmó que con el apoyo estadounidense pueden repeler a las fuerzas rusas de una vez por todas, la realidad es que la contraofensiva ucraniana que prometía grandes victorias se ha quedado corta, con al menos 20 por ciento del territorio aún en manos de tropas rusas. ¿Qué implicaciones tiene su visita a Washington D.C. para la guerra en este país? ¿Y qué extraño punto de coincidencia encuentra con el nuestro?

Zelensky no solo enfrenta a un ejército invasor, sino también a un puñado de congresistas republicanos extremistas que se niegan rotundamente a continuar financiando la defensa ucraniana sin obtener algo a cambio. Si bien inicialmente el argumento detrás de esta decisión recaía en la poca efectividad que ha tenido este apoyo económico en la obtención de resultados, así como una supuesta falta de rendición de cuentas por parte de la administración de Zelensky, en las últimas semanas, esta tesis dio un giro inesperado colocando a México al centro de la polémica. Los republicanos ahora abogan porque la frontera en la que realmente debería de estar el foco de atención es en la de México y Estados Unidos, por lo que no se procederá a aprobar ayudas a Ucrania, Israel y Taiwán hasta que se resuelva este añejo problema. 

Cabe destacar que en este caso no se aboga necesariamente por mucho mayor presupuesto destinado a este propósito, sino más bien en cambios a nivel de policy. Al mero estilo de Donald Trump, entre las propuestas que se han colocado sobre la mesa destacan limitar el derecho al asilo y la figura de parole, expulsar migrantes sin procesar sus solicitudes de asilo (básicamente, un retorno al Título 42), facilitar centros de detención en instalaciones militares, continuar con la detención prolongada de familias y la ampliación de la figura de tercer país seguro. Al respecto, el presidente Joe Biden afirmó esta semana que está comprometido a negociar, con las implicaciones que ello conlleva.

Aún con las dificultades que sigan a la formación de un potencial acuerdo bipartidista al llegar a la Cámara de Representantes, existen altas probabilidades de que termine aprobándose, aunque no sea antes de que termine el año. Sin embargo, dicha aprobación bajo el amago republicano sería a costa de la política migratoria en México. Implicaría continuar izando una bandera de la defensa de la democracia en detrimento de los derechos básicos de millones de personas que cruzan la frontera buscando una mejor vida. 

Además de ello, aún con su aprobación, este financiamiento eventualmente llegará a su límite, particularmente considerando que el inicio del año electoral está a la vuelta de la esquina y que el conflicto, desafortunadamente, va para largo. Por ello, Zelensky ha tratado de recurrir a otras vías, desde el Fondo Monetario Internacional hasta un mayor acercamiento con el denominado sur global, como se ha evidenciado con la asistencia a la toma de protesta de Javier Milei y las reuniones bilaterales con distintos mandatarios latinoamericanos. 

En el caso de la guerra en Ucrania, algunos expertos abogan por la necesidad del inicio de un proceso de negociaciones que parta de asumir una porción de la pérdida territorial ucraniana, dejando atrás las esperanzas de recuperar Crimea. Sin embargo, las acciones, las palabras y los encuentros de Zelensky con otros mandatarios intentan abonar a la narrativa de que no están perdiendo y de que este escenario no es plausible. 

En el caso de la frontera mexicana, sorprende que, considerando la relevancia que tiene vincular el presupuesto de ayuda militar con temas migratorios, no se le esté dando la importancia que amerita. Hasta el momento México no se ha pronunciado al respecto, a pesar de que incide directamente en nuestra soberanía. Por lo pronto, el destino de la guerra y el destino de nuestra frontera se encuentran en medio de un fuego cruzado ajeno, pero determinante.

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@RaquelLPM

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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