Milán “Design Week” (primera parte)

Por Rocío Correa

“Milán, durante esta semana, llena de contrastes, marcas reconocidas y jóvenes talentos, te das cuenta de todo lo que te llevas; te permite ver y hacer reflexiones que honestamente no hemos encontrado en ningún otro evento en otro lado del mundo.”

Ha sido la edición del regreso a la normalidad, una semana completa en el mes de abril que pone al diseño como protagonista. Milán “Design Week” regresó con fuerza y se confirma como el punto de referencia para todos los creativos del mundo.

Para entender este fenómeno no es suficiente con lo que ves, por eso necesitaba referencias acreditadas que me explicaran qué hace del “Salone del Mobile” en Rho centro de exposiciones y del “Fuorisalone” la exhibición de diseño más grande y esperada del globo por profesionistas y apasionados de la creatividad.

Así que junto con Eugenia y Lorenzo de Circulo Cuadrado empresa de relaciones públicas en el medio de la arquitectura, el interiorismo y el diseño en el mercado mexicano acordamos encontrarnos hacia los últimos días de la semana del diseño en Milán para compartir experiencias, lo mismo que con Elizabeth Gómez de ON Arquitectura + Interiorismo y Rodrigo Fernández de diezcompany.

¡Caray! Que charlas más enriquecedoras.

Ya casi terminada la semana, la primera cita arrancó el viernes 21 de abril a las 9:30 de la mañana. Con gran puntualidad Eugenia, Lorenzo y yo nos encontramos en su hotel de Vía Santa Sofía a dos pasos del Duomo, en estos días la ubicación es factor clave y así lo confirma Lorenzo desde el inicio de nuestra plática “viniendo varias veces y dándonos cuenta de lo que sucede, caímos en cuenta que era importante que alguien te dijera realmente qué está pasando y qué puedes hacer.”

“La primera vez que vine con Eugenia y lo cuento mucho, fue justo con el cambio de feria, del viejo recinto a Rho, el anterior ya lo tenía muy dominado y además el ahora famoso “Fuorisalone” eran solo eventos de noche y no era un programa esencial de la visita.”

“En aquella primera ocasión nos quedamos en un hotel en la zona de Rho la feria nueva, hoy supongo que va muy bien para los que atienden los stands, pero por nuestro tipo de agenda estábamos en el lugar equivocado. Estábamos bajo la lluvia y a las dos de la mañana conseguir un taxi era una tarea imposible, en ese entonces no existían las famosas aplicaciones, empapados y con frío me di cuenta de cuán miserable era la experiencia sino sabías que hacer.”

“Habiendo vivido otras ferias, muy exitosas, muy bien organizadas no había visto lo que tenía que ver, me la estaba pasando mal, estaba cansado, mojado y pensando que cualquiera que no tenga la experiencia correcta va a pensar que Milán es horrible, así que empezamos a escribir una guía de qué hacer desde nuestra perspectiva al venir a la feria del mueble de Milán.

Una guía muy práctica nada de dogmas del diseño, desde cómo comprar un boleto del metro, los mejores horarios para pararte a comer y evitar las filas kilométricas o en qué orden recorrer la feria de Rho y que ver, ahora algunos amigos se pegan con nosotros por varias razones, primero porque tenemos un orden y segundo porque hacemos un programa de qué vamos a hacer; no nos calentamos con el tengo por fuerza que ir a ver esto, lo que te hace perder el orden y ya se te fue el día”.

De hecho, para no perder el día, prácticamente ni nos saludamos, solo el tiempo para la introducción que hizo Lorenzo y de inmediato ya todos en pista, incluida Liz de ON, pasamos del Lobby del hotel al obligado café de la mañana; a las 9:45 ya estábamos en la esquina de la cafetería de donde iniciaría nuestro recorrido de grupo dedicado al “Fuorisalone” que como su nombre lo dice es la parte del “Fuera Salón” o “Fuera del centro de exhibiciones” de la semana del diseño y que se desarrolla alrededor de la ciudad.

Mientras tomábamos el café del despabile en una semana que se caminan entre 20 y 25 mil pasos al día, Eugenia aportó un dato de su programa que me pareció distintivo: “hemos decidido sentarnos a cenar con los amigos que nos acompañan” a lo que Lorenzo agregó:  “antes era ir a los cócteles que nos invitaban para ver a los “stars” del “design”  y sí, está padre sacarte la foto con Karim Rashid y ver a Phillip Stark y ver a los nuevos talentos, pero luego el estómago estaba vacío con una copa de prosecco que tuviste que mendigar; al tercer día ya estabas cansado y te querías regresar a tu casa.”

Eugenia regresó a su idea, para completar diciendo: “Hemos decidido hacer estas cenas que lo enriquecedor es el intercambio de ideas y puede pasar como hoy que parte del grupo nos dividimos por la mañana y nos veremos más tarde, podemos ir en el recorrido y habrá quien quiera hacer una parada más larga en un lugar u otro y entonces nos encontraremos más adelante en otro punto, todo esto a nosotros no nos pesa, porque la nuestra es una agenda de lectura de tendencias, de lectura del mercado, de entendimiento de muchos factores que no son solamente la paleta de colores, nos interesa cuánta gente viene, que tipo de gente viene, que tipo de esfuerzos están haciendo las empresas, cómo sentimos que están pasando las cosas en el mundo, es más una toma de pulso.”

Hicimos nuestra primera parada del recorrido justo en el horario en que puertas y portones de esta ciudad se empiezan a abrir a conocidos y desconocidos por esta semana. En punto de las 10 de la mañana, estábamos frente al primer alto del día programado por Lorenzo, ¡Wow! Lo tengo que decir; es evidente que ha desarrollado un gran olfato para esto de elegir correctamente dónde sí y donde no poner el ojo.

Una iglesia como contenedor; las bancas que cualquier otro día estarían ahí, esperando por la oración de un fiel, habían cedido su espacio a una muestra de tapetes, mesas y lámparas de diseño, del lugar de culto alcancé a identificar sólo dos crucifijos colgados en la pared, uno de ellos pertenecía al altar; esto es Milán, por una semana logra transformar al diseño en adoración.

Liz y yo comentábamos la instalación pasando de lo emocional a lo racional y dentro de esos pasajes racionales me hizo notar con mayor claridad la diferencia entre Rho y el “Fuorisalone” dos realidades iguales, pero distintas, que se contraponen, pero que se complementan.

- ¿A cuál darle un mayor peso? Pregunté

- Depende mucho de tus intereses; hay quien le puede interesar solo la feria y lo que está pasando afuera no le cambia su dinámica o viceversa. Normalmente el perfil de quien viene al “Salone del Mobile” en Rho es de distribuidor, viene a cerrar tratos, a buscar nuevos proveedores, su interés está ahí, es más comercial que creativo. A nosotros nos mueve la parte creativa, las tendencias, lo que nos va a estimular, por eso el “Furoisalone” es nuestro punto de referencia.

Para cerrar esta parte del discurso Lorenzo hizo una descripción muy gráfica de lo que puede pasar en este entorno como creativo sea arquitecto, diseñador industrial, artista o interiorista:  “Cuando ves la casa de Barbie, frente a esta instalación te preguntas ¿pero qué hago aquí? esto no es Milán, pero no es cierto, también eso es Milán, durante esta semana, llena de contrastes, marcas reconocidas y jóvenes talentos, te das cuenta de todo lo que te llevas; te permite ver y hacer reflexiones, que honestamente no hemos encontrado en ningún otro evento en otro lado del mundo. Vas a otras ferias comerciales, al “Salón del Mueble” de París a la ICFF de Nueva York, ves productos nuevos, pero nunca te hacen pensar hacia el futuro, hacia las tendencias de materiales de sustentabilidad, de cuál es la forma inteligente de vender, de que tanto las paletas de acabados son una moda y que tanto tienen una razón de ser y todas estas reflexiones se logran solo en Milán”…

Rocío Correa

“Lo indecible no debe quedar en el silencio”

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