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Responsabilidad y carga del primer voto

Aunque legalmente somos adultos tomar esta decisión frente a una papeleta, dentro de una mampara es una experiencia que lleva consigo muchas emociones.

Responsabilidad y carga del primer voto
Silvana Consuegra

Por Silvana Consuegra Retana
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Justo en estos momentos vivimos una época importante para nuestra sociedad, donde casi 6.6 millones de jóvenes entre 18 y 21 años tendremos la oportunidad de ejercer nuestro voto por primera vez en México. 

En este grupo  millón y medio apenas alcanzaron la mayoría de edad a tiempo para obtener su credencial INE con todos los hologramas y QR necesarios. Y sí, aunque legalmente somos adultos tomar esta decisión frente a una papeleta, dentro de una mampara es una experiencia que lleva consigo muchas emociones. 

Primero, se siente una responsabilidad, una especie de carga, estar consciente de que esa decisión en suma impactará en todo el país, el nuestro, donde están nuestros amigos, nuestra familia y dicen que nuestro futuro. 

Personalmente, como joven de 19 años, me preocupa el peso de esta responsabilidad. Ya no confío ciegamente en la política mexicana. Entre ataques y descalificaciones, las propuestas de solución se pierden en el caos. ¿Dónde quedó la promesa de un lugar seguro en universidades de calidad, donde pudiéramos estudiar aquello que nos gusta y para lo que tenemos talento? ¿Dónde quedó la protección hacia el pueblo, de aquel quien veía por la seguridad de los otros, deseando lo mejor de todos por igual?

Decidir quién nos gobernará durante los próximos seis años es una tarea monumental, especialmente después de las experiencias vividas en este último sexenio. Hemos sido testigos de lo que han logrado presidentes anteriores: instituciones educativas emblemáticas como la UNAM y el IPN, o iniciativas culturales como el Centro de Capacitación Cinematográfica impulsado por Luis Buñuel. Sin embargo, también hemos padecido los estragos del narcotráfico, el crimen organizado, la crisis económica y la represión a estudiantes, desde los trágicos eventos de Ayotzinapa hasta la brutalidad del movimiento estudiantil de 1968.

Uno de los factores más importantes en nuestra generación es que está saturada de información. Las redes sociales bombardean nuestras mentes con imágenes, opiniones y noticias, a menudo contradictorias. En un mundo donde la educación en casa o en la escuela puede no ser suficiente para formar una conciencia social sólida, tomar decisiones informadas se vuelve aún más complicado.

Por esto mismo hemos percibido en las mismas redes sociales como tiktok y la aplicación de X diversas de estas opiniones que empiezan a consolidarse. En estos espacios los jóvenes han puesto sobre la mesa las diferencias entre las clases cuando algún candidato visita alguna universidad, también se exponen problemáticas que nos atraviesan en la actualidad como lo es la violencia hacia la mujer donde el 63% de las mujeres de 15 años o más hemos experimentado un acto violento en algún momento de nuestra vida. 

Y no me extiendo en el tema de la migración en México, donde es territorio para pasar, para escapar y a veces para quedarse, pero donde lástima saber que más de 70 personas en tránsito sufrieron algún incidente. Por cierto algunos lo lograron y podrán votar desde otros países.

En las próximas elecciones del 2 de junio, los mexicanos tendremos la oportunidad de elegir a quienes ocuparán más de 20 mil puestos de elección popular en todo el país. Entre ellos regidores, presidente municipal, gobernador o presidente de la República, cada voto cuenta y puede marcar la diferencia en el rumbo. 

En un momento crucial como este y siendo jóvenes, es de extrema importancia que ejerzamos nuestro derecho al voto de manera informada y reflexiva. No podemos permitir que la desconfianza en el sistema político nos paralice, ni dejar que la sobrecarga de información nos haga perder de vista lo que realmente importa para el futuro de México. Debemos educarnos, analizar propuestas, cuestionar a los candidatos y participar activamente en el proceso electoral.

Sí, es una responsabilidad abrumadora, pero también es una oportunidad para ser agentes de cambio en nuestra sociedad. A pesar de las incertidumbres y los desafíos, debemos recordar que el poder de nuestro voto es real y que juntos podemos construir un México más justo, próspero y equitativo para todos.

*19 años. Es egresada del CEDART Luis Spota

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.