Por Stephanie Henaro
Ante la prohibición de la candidatura de Maria Corina Machado en las elecciones presidenciales, lo único que queda por decir es que podrán mandar al diablo a las instituciones, pero lo que nunca podrán impedir es el deseo de cambio de los venezolanos.
El pasado viernes el Tribunal Supremo de Venezuela confirmó la prohibición de la candidatura de la ex candidata que ganó las elecciones primarias presidenciales independientes de la oposición, en octubre de 2023 con el 90% de los votos a favor a pesar de que el gobierno anunció una prohibición de 15 años para que pudiera postularse para un cargo días después de que ella ingresara formalmente a la contienda e insistiera en que nunca recibió una notificación oficial de la prohibición.
Los más de 2.4 millones de personas que votaron en esa ocasión - incluso en barrios considerados durante mucho tiempo bastiones del partido gobernante - hicieron que al dictador inMaduro le diera pavor - porque las medidas del gobierno para desalentar la participación fracasaron- y que terminara escondiéndose debajo de las faldas del Estado.