Document
Por Valeria Berumen*

En México muchas personas no binarias, mujeres de la diversidad sexual, adolescentes y niñas no se sienten, y muchas veces no están, seguras en el espacio público. Por eso hemos normalizado el tener que preguntarnos qué debemos poner, dependiendo del medio de transporte que usaremos.

También durante mucho tiempo se aceptó que en nuestras propias casas e incluso otros espacios que debieran ser seguros para nosotras, como la escuela, el trabajo, los centros recreativos, no lo sean. E incluso asumimos muy en solitario que muchas veces no estamos a salvo al lado de nuestras parejas, familiares, personas con autoridad o encargadas incluso de protegernos.

Cada vez que se expresa esto, hay quienes a coro y con gran énfasis aseguran que la desigualdad ya no existe y que el techo de cristal se ha roto, pero basta revisar cualquier indicador (mortalidad, analfabetismo, violencia, pobreza, etc.) para evidenciar que los números, más allá de las percepciones, nos siguen diciendo que las mujeres estamos en desventaja.

Según la última Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 del INEGI, poco más del 70 por ciento de las mujeres mayores de 15 años en México, reporta haber vivido algún tipo de violencia durante su vida. La discriminación, racismo o clasismo (o todo en ello en conjunto) se agrava si Esa vulnerabilidad se agrava si se cruzan varias condiciones como ser mujer trans, indígena, pobre o afrodescendiente.

Si se trata de saber si la militarización en el país ha aumentado las violaciones a los derechos humanos, solo hay que seguir la lógica bélica que ha visto al cuerpo de las mujeres como un botín de guerra, así que la respuesta es sí, sí tiene un mayor impacto en la violencia vivida contra las mujeres solo por el hecho de ser mujeres.

De nuevo los datos arrojan luz sobre la verdad, ya que la ENDIREH 2021 también revela que, 238 mil 221 mujeres a lo largo de su vida fueron violentadas por elementos de la marina o militares, siendo la violencia sexual el tipo más frecuente, con un 68.6%, la cual incluye violación y tocar sin consentimiento.

De igual forma un segundo tipo de  violencia, la psicológica es la más reportada, con un 27%, la cual abarca ser vigilada o seguida, y por último, la violencia física con 4.4%, que implica agresiones como patadas o golpes.

Asimismo, si revisamos estos datos “durante el último año” (2020 - 2021), más de 86 mil mujeres reportan haber sido agredidas por personal de la SEDENA y SEMAR, y es  la violencia sexual la que representa el mayor porcentaje con 53.9% (46,488), seguido de la violencia psicológica con 41% (35,396) y en menor proporción la violencia física con 5.1% (4,371).

El análisis de los periodos y los respectivos datos al ser comparados, refuerzan esta conclusión, encontrándose que a partir de 2016 el total de mujeres víctimas aumentó en 38.9%, y en el caso de la violencia sexual, ésta creció en 33.7%. A estos datos se agrega el escaso acceso a la justicia, debido a condiciones como el fuero militar y ni hablar de la posible impunidad, lo que se convierte en una brecha muy difícil de cerrar.

Por todo ello y en la búsqueda de un espacio público en donde las personas puedan ser ellas mismas, sean como sean y puedan sentirse seguras, diversas organizaciones de la sociedad civil, a las cuales acompañamos desde Impacto Social Metropolitan Group, han impulsado la iniciativa #SinMiedoaSer.

Asimismo, desde el 2019, con la participación de artistas plásticas y visuales y diversas organizaciones de la sociedad civil, nació una alianza con la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México. Esta colectiva montó el mes de  julio pasado hasta el pasado mes de noviembre en el Atrio de San Francisco una exposición artística, llamada Miradora, que fue visitada por más de 200 mil personas. En esa sede se desarrollaron una serie de actividades que buscaban detonar la reflexión y denunciar los diversos tipos de violencias que vivimos las personas en México. Uno de los temas que se abordó específicamente fue la militarización, con el objetivo de visibilizar sus nociones de paz que pretenden construir caminos seguros, alejados de la guerra y el combate.

Ésta y otras iniciativas nos muestran que el peligro es combatible, si somos capaces de aliarnos entendiendo el tamaño del reto, para no callar, al contrario: argumentar, convencer y seguir luchando por un México donde todas podamos vivir sin miedo a ser como somos y cómo queramos ser.

*Valeria Berumen es periodista y comunicadora con más de 20 años de experiencia en diversas instituciones gubernamentales mexicanas, medios de comunicación y agencias internacionales. Actualmente es directora senior en la agencia de comunicación estratégica Impacto Social Metropolitan Group.  A lo largo de su carrera, se ha especializado en Derechos Humanos y asuntos de interés público como el combate a la discriminación y el racismo, a promover la inclusión de las personas refugiadas y los derechos de la niñez y la adolescencia.

@valberumen

¿Te gustó lo que leíste? 😁 Deja una propina y apoya al periodismo independiente.


Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Más de 150 opiniones a través de 100 columnistas te esperan por menos de un libro al mes. Suscríbete a Opinión 51.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.