Por Ivabelle Arroyo
Creo que ninguna calamidad y ninguna dicha pueden simplemente pasarnos por encima si tenemos claridad. Por eso, cada año, la pongo como objetivo, como propósito y como anhelo; trato de buscar claridad en la escena pública que me toca observar y trato también de tenerla en mi vida privada. No siempre lo logro, pero llevo años haciendo un esfuerzo consciente para ello.
¿Pero cómo se obtiene esa claridad? No la considero una virtud heredable, sino una cualidad trabajable. Hay que activar los músculos que le corresponden, hay que usar las herramientas externas adecuadas y hay que buscarle momentos propicios.