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Había un plan para el 6 de enero. Que venderían mucho, que llegarían con el juguete en la mano, justo aterrizarán.

Había el aburrido plan de decir "Aeroméxico les da la más cordial bienvenida al vuelo 165" por el auricular amarillento.

Desde el 2B, la cabeza te jugaba el plan de quejarte otra vez de la "horrible comida de primera".

De pensar sí pedirías uber o serías solidario con los taxistas de la terminal.

En los zócalos, que hay varios, había el plan de que la detención sería tal éxito que estarías bien sonriente el 6, partiendo la rosca desde el púlpito, brindando tripartita el lunes, hasta que el proyectil se cruzó en tu camino.

Había el plan de controlar la seguridad porque tenías controlado el discurso.

Entonces, secuestraron a los socorristas para atender criminales,

entonces el niño comenzó a gritar: "¿Qué pasa, mamá?" desde los asientos chicos de turista,

entonces comenzó a sonar el ronquido seco de las AR-15, incluso melódico.

Entonces acostaron a los militares y a los GN a pie de carretera casi en el cuerpo a cuerpo.

Entonces emboscaron al Coronel de la SEDENA en Escuinapa y lo mataron.

Entonces salieron las Lobo y las Trail Brazer, tan blindadas como las del Ejército, a arrasar con Culiacán, Navolato, Ahome, Guasave: los encapuchados sin piedad bajaron a la gente, y en su cara, les quemaron el patrimonio. Los peluches, las pistas, se quedaron ahí.

Arañando las rejas del aeropuerto de Culiacán, los civiles buscaban ocultarse, rogando volver las horas atrás, que fuera de noche para que la noche los escondiera, porque en una ciudad sitiada con el sol de Sinaloa, ni el más noble mexicano se atrevía a ser samaritano.

Había un plan: "Vamos a blindar nuestros Estados", replicaban los neo-ejecutivos desde Nayarit, Chihuahua, Durango.

Y había un plan, que los efectivos les iban a alcanzar: "Somos más los buenos".

En realidad, quienes estaban blindando sus territorios eran ELLOS. Y nos bajaron la cortina hace mucho, mucho tiempo.

Había el plan de asolearte mañana, y que, con el esplendor de Mazatlán recuperado, volverías el otro diciembre, y estarías la víspera gritando a todo pulmón en la Zona Dorada, hasta que sentiste, México, otro orificio en el ala.

@karlaiberia

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