Aquí nos tocó vivir…
Cristina Pacheco lograba darnos una radiografía del alma, del camino que cada mexicana y mexicano tiene para contar logrando sensibilizarnos y emocionarnos con cada historia de vida.
Por Laisha Wilkins
Desde muy pequeña veía con mis padres a Cristina Pacheco, desde entonces admiraba la capacidad que tenía de hacernos sentir tan cerquita, la intimidad que lograba en su entrevista, la conversación que creaba con ciudadanos comunes contando sus historias. En ese espacio todos importábamos, todos éramos iguales y dignos de atención.
Cristina siempre nos mostró un México vivo, con sus capacidades, incapacidades y resultantes. Su forma, su modo eran tan capaces que lograban atraparnos al tejer cada historia según su entrevistado, de quien muchas veces sabía poco. Una mujer que salía a las calles a retratar realidades en un país tan complejo.
Una periodista que le dio voz a los habitantes de territorios rugosos, incapacitantes y sombríos, pero que también nos mostró sus capacidades, su lucha y a una nación colorida, con sus encantos, sus paisajes y su gastronomía.
Ella se desenvolvía como el agua y así empapaba a su audiencia atenta a sus palabras mientras nos platicaba sobre oficios, costumbres y vida…
Esperemos que su ejemplo, su trayectoria y escuela sean cuna de periodistas con su temple, sensibilidad y organicidad y con la pasión que ella mostraba en cada diálogo.
Este país necesita eslabonar la información con el interés y esto difícilmente se logra, hoy menos que nunca, con conductores acartonados o insensibles que solo buscan una nota roja o el rating. México tiene mucho que mostrar por todos lados, en todo momento, pero debemos aprender a contar historias de manera distinta, historias que en su narrativa provoquen, muevan, accionen a la ciudadanía y que en este proceso nos enseñen que somos una sociedad, una… muy rota, muchas veces amoral, exigente de la ley y poco respetuosa de ella, pero una sola y así solo en unidad y a partir de la acción individual para lograrlo habrá un cambio.
Quizá si pudiéramos ver al de enfrente con compasión sabiendo que todos tenemos una historia de vida, tal vez….actuaríamos de forma distinta y no con el egoísmo que lo hacemos, y eso es justamente lo que Cristina Pacheco lograba, darnos una radiografía del alma, del camino que cada mexicana y mexicano tiene para contar logrando sensibilizarnos y emocionarnos con cada historia de vida.
Gracias Cristina, por darnos tanto, por entregarte por décadas con amor e imparcialidad.
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