Por Laisha Wilkins
Vengo de comer con una amiga que se está divorciando, él siempre fue el mismo, ella todo el tiempo lo idealizó… El tiempo pasó y hoy lo logra ver ya en su justa dimensión.
El ser humano tiende a idealizar; la idealización es el principal factor en la fórmula perfecta para la decepción. Recuerdo que hace ya algunos años terminé también una relación larga y cuando me preguntaban: ¿qué pasó?, contestaba: lo idealicé, me enamoré de quien me inventé, no puedo demandarle peras al olmo. Punto.