Por Laura Brugés
Desde que los consulados se convirtieron en posiciones para seguir repartiendo el botín político, no extraña ver que se sientan impunes desde el exterior para violar derechos laborales, ejercer maltrato psicológico, acoso y violencia de género; desde los que se han hecho mediáticos, hasta los que no nos enteramos.
En esta columna les voy a platicar de una serie de denuncias que tengo en mi poder por violencia de género, hostigamiento laboral y abuso de poder por parte del cónsul Pavel Meléndez Cruz, ex diputado local de Oaxaca y afín a Morena.
“Usted solo servía para servicios domésticos”; “¿Sí le vas a aflojar?”; “¡Pero qué delgada se ve!”, era el tipo de comentarios que le hizo a sus subordinadas Meléndez Cruz, a quien se le han acumulado cinco denuncias ante el Órgano Interno de Control (OIC) y diversos oficios enviados a autoridades en el Servicio Exterior Mexicano por su conducta de abuso de autoridad y hostigamiento laboral. Las represalias no se hicieron esperar en contra de las mujeres que lo reportaron.
Las denunciantes llevan meses presentando demandas, incluso han enviado cartas al canciller Juan Ramón de la Fuente, al embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, a Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte, a Alejandro Murat, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, al director del Servicio Exterior y Recursos Humanos, Miguel Malfavón Andrade, al director de Empleados Locales, Sergio Eduardo Cervantes, e incluso ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pero las peticiones se ahogaron en el letargo de la burocracia mexicana.
Una de las denuncias que hizo una de las víctimas ante el OIC, a la que tuve acceso, se presentó en febrero de 2024. En ella, Pavel Meléndez ejerció violencia de género en contra de la denunciante 1 (pidieron proteger su identidad para no ser victimizadas), a quien le dijo que alguien le había contado que solo servía para servicios domésticos. Posteriormente, en diciembre de 2023 pidió la no renovación de contrato de dos de sus compañeras, justificando mal desempeño. Al consultarles, aseguran que no es cierto y que se arrepienten de haber denunciado, porque el ambiente laboral empeoró.
Marisela Delgado, directora del área de política de igualdad de género de la SRE, no hizo mucho por las víctimas, relata una de las trabajadoras del consulado, pues cuando aún no había denuncias en contra del cónsul de Denver, era Ricardo Ballesteros, el cónsul de asuntos comunitarios, quien se encargaba de dichos temas. Pese a que hoy cada consulado tiene un enlace de género. Después, Pavel Meléndez designó a Miguel Barradas; él mismo evaluó a las denunciantes con la menor calificación para respaldar a quien lo puso en el cargo.
Cuando el cónsul tuvo conocimiento de las denuncias, las represalias arreciaron y fueron la constante. Para diciembre de 2024, derivado de los reportes hechos por el personal, pidió la no renovación del contrato de la denunciante 1 y sus compañeras denunciantes 2 y 3, argumentando "poco profesionalismo y desempeño bajo". Las mujeres describieron que hasta les llegaron a fabricar "pruebas" en las que supuestamente los connacionales emitían quejas en su contra.
De abril a agosto de 2023, hay una serie de hechos que enlista la denunciante 2 ante el Área de Especialidad en Quejas, Denuncias e Investigaciones en el ramo de Relaciones Exteriores donde Meléndez Cruz hace referencia al físico de una de las trabajadoras a su cargo, tales como: “¡Pero qué delgada se ve!”, “¿A poco se va a comer todo eso?”, entre otros comentarios inapropiados para una persona en ese cargo.
El cónsul también hacía rifas para las ventanillas, y cuando la denunciante 3 le preguntó cuál era la razón, él contestó de manera agresiva: “Porque lo digo yo, acate mis órdenes”, inclusive sus gritos fueron escuchados por varios testigos en el lugar.
Otra víctima, a la que llamaremos denunciante 4, adjuntó una serie de comentarios impertinentes del servidor público en el servicio exterior al que hago referencia, que corresponden a diciembre de 2023, después de la celebración de una posada navideña en el Centro Cultural Mexicano. Solo pondré uno de los comentarios plasmados en la denuncia:
“Yo asistí con mi compañero y un amigo que no es parte del Consulado. Después de un rato de convivencia con los compañeros del Consulado (seis testigos). Y después de varios comentarios acerca de mi relación con mi amigo (que no es parte del consulado), como: ‘qué bonita pareja hacen’, ‘cuando se casen...’, ‘que viva el amor’. Se acercó al acompañante de la denunciante 4 y le dijo: ‘¿Te la vas a llevar? ¿sí te va a aflojar? Si no, para que te regreses’”.
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