Por Lila Abed y Beatriz García Nice
Desde el inicio de su sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dejó claro que se desentendería del sistema internacional, argumentando que “la mejor política exterior es la interior.” Reiteró que se aplicarían de manera inequívoca los principios de política exterior delineados en la fracción X del articulo 89 Constitucional, entre ellos, la autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de controversias internacionales, serie de principios englobados en la Doctrina Estrada, eje que ha regido por décadas a la política exterior mexicana.
No obstante, en los últimos cinco años, el mandatario mexicano ha aplicado estos principios de manera discrecional y arbitraria, lo que se ha traducido en una política exterior contradictoria, ambigua y errática.