Por Lillian Briseño
Se ha dicho hasta la saciedad que México no es un país, sino muchos. Lo más obvio es decir que no es lo mismo el México del norte que el del centro o el del sur, pero aún en estas grandes divisiones, seguimos encontrando otras muchas más pequeñas que acarrean desigualdades enormes.
Cuando hablamos del norte, nos referimos casi siempre a Nuevo León o el resto de los estados fronterizos con amplias zonas industrializadas, mientras que, en el centro del país, la referencia inmediata es a la muy poblada y liberal CDMX. En el sur, en ese lastimoso sur, pensamos en la pobreza que distingue a Chiapas y Oaxaca, los estados más pobres de México.