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El rango etario parece más una concesión nostálgica que una estrategia editorial.
“Ya me mataron, corazón”
La habían amenazado anónimos criminales por localizar cadáveres, por hacer una labor que corresponde al Estado.
Un minuto de silencio
Lo que hace Romandía es incomodar. Recordarnos que el terror no está en las pantallas de cine, sino en las comunidades que han perdido la capacidad de defenderse del mal.