Por Linda Atach Zaga
“Se dice que ningún árbol puede crecer hasta el cielo a menos que sus raíces hayan llegado al infierno.”
—Carl Jung
La agresión que sufrió nuestra presidenta es reflejo de lo que vivimos: flagrancia, indiferencia, naturalización, minimización y la certeza de que nadie está a salvo ni puede caminar libremente por nuestra ciudad. Aunque se trate de la persona más poderosa del país.
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