Cuenta regresiva

Yanely tiene 31 años y siente que el desplazamiento la ha destruido. Hay días en que no siente fuerzas para salir de su cama y no quiere ir a la calle.

Cuenta regresiva
Lourdes Contreras

Imagina que un día tienes que salir huyendo del lugar en el que vives. Imagina que no te da tiempo ni siquiera de darles un beso a tus hijos, solo tienes unos minutos para decirles “adiós” a tus padres y correr a la medianoche. Imagina que tienes miedo e incertidumbre.

Tú y yo solo tenemos que imaginarlo. Yanely Fuentes lo vivió.

Hace cuatro años se acogió al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, tras comprobar persecución, amenazas y una orden de aprehensión en su contra. ¿Su “delito”? Documentó y publicó casos de tortura en cárceles de la Costa Chica, en el estado de Guerrero.

Ese mecanismo –programa que proporciona distintas medidas especiales, en su caso vivienda y alimento para periodistas y defensores de derechos humanos en riesgo– está por terminarse para ella.

Hoy está en cuenta regresiva… el próximo 30 de junio concluye su desplazamiento. Se llama así porque las personas en peligro son “desplazadas” de su lugar de residencia para vivir por tiempo indefinido en una casa alejada, resguardados, acompañados solo por un botón de  pánico, en una dirección desconocida y en el anonimato entre sus vecinos.

En 23 días más esto termina para ella. ¿Es una buena noticia? Si pensamos que podrá volver a su casa, encontrarse con los amigos de los que no se despidió, ver a sus gemelos de 13 años y escribir de nuevo en el Diario Alternativo (medio que fundó con un amigo en 2014), sí, es buena noticia.

¿Es mala noticia? También. Yanely tiene miedo a que la maten.

Dichoso el que ve/

que cielo y horizonte/

condenados están/

a tenerse que entender

“Me siento como en pausa. No puedo trabajar ni vivir en libertad”.

Yanely tiene 31 años y siente que el desplazamiento la ha destruido. Hay días en que no siente fuerzas para salir de su cama y no quiere ir a la calle. Hay días más complicados que otros. Hay depresión.

Juicioso es el que cree/

que no existe partida/

en la que no haya que/

arriesgar para vencer

Defender su libertad de expresión y el derecho a que sus lectores estén informados le ha costado muy caro. Su principal temor: que la maten al estar con alguien de su familia.

Les ha dicho: “Si voy con ustedes y alguien me hace algo, corran, váyanse, no se queden a intentar ayudarme”.

La felicidad no consiste en todo tener/

si no en saber sacar, lo bueno que te da

Su cumpleaños es el 11 de septiembre. “En los últimos años he pensado que ya no llego a cumplir uno más. Me dan ganas de llorar toda la noche previa y al amanecer pienso: ya llegué, ya la libré (…) han matado a tres conocidos por causas similares a la mía, a veces no puedo evitar pensar que yo podría ser la siguiente”.

Hay que fracasar/

y a veces fondo tocar/

para ver la luz/

y esta vida apreciar/

la felicidad no consiste en todo tener/

sino en saber sacar, lo bueno que te da

Yanely es periodista por vocación. “Yo no estudié la carrera, pero encontré que el periodismo es una manera de darles voz a quienes padecen abusos”, me platica en videollamada.

En los últimos años, y después de lo que ha experimentado, está pensando que “tal vez el periodismo fue para mí solo una manera de aproximarme a lo que realmente quiero, que es ayudar a quienes lo necesitan. Ésta es una forma de hacerlo, pero hay mucho más por lograr. Estoy analizando estudiar la carrera de Derecho”.

No deja de pensar en Marquelia, uno de los 81 municipios que componen el estado de Guerrero y de donde ella es. “La información es necesaria para que se respeten los derechos de las personas”, dice.

Y algún día se cumplirán/

todos tus sueños se harán realidad/

y mañana amanecerá/

el atrapasueños soy yo

Aunque en su situación es fácil perder la fuerza, la convicción y la esperanza, Yanely es valiente e idealista. “Por ser quien soy y por creer en lo que creo, me he metido en problemas (…) Sé que en cualquier lugar hay un obstáculo porque las personas que buscamos generar un cambio o algo chido para los demás siempre vamos a encontrar situaciones de este tipo, resistencias e intereses”.

Yanely quiere regresar a su casa, abrazar a sus hijos, celebrar con sus amigos y comer pescado fresco. Quiere –como cualquier hija– poder acompañar a su mamá al médico (tiene diabetes), ir al mar y pasar por el río donde creció. Escuchar la caída del agua la relaja y la revitaliza.

Y algún día se cumplirán/

todos tus sueños se harán realidad/

y mañana amanecerá/

el atrapasueños soy yo

Yanely ha llorado mucho de dolor, de angustia, miedo y soledad, pero aún le quedan lágrimas para momentos de felicidad. Merece que esta cuenta regresiva la lleve hacia la justicia y a su felicidad, que “todos sus sueños se hagan realidad”, como dice su canción favorita El atrapasueños de Mägo de Oz, cuyas estrofas acompañan este texto.

@lulyscontreras

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