Por Marcela A. Vázquez Coronado*

Sin poder definir una edad en concreto, las mexicanas afrontamos los impactos de la menopausia cuando surge de forma natural a partir de nuestros cuarenta y tantos, viviendo el climaterio como una larga y compleja transición que llega de golpe y pareciera no tener fin.
Los impactos resultantes de la disminución gradual de la producción de estrógenos y progesterona que marcan el término de la etapa reproductiva de una mujer tienen implicaciones físicas, psicológicas y sociales que merman la calidad de vida, que aumentan los riesgos que predisponen la sobrevida saludable y que incrementan los índices de violencia y discriminación sumándose al factor de género, el de la edad. Lo anterior, nos afecta negativamente en lo individual, en nuestra relación de pareja, así como en nuestro entorno familiar, social y laboral.
La menopausia se puede visualizar como uno de los retos personales más difíciles de transitar porque tiene un sinnúmero de obstáculos, viviéndolos día a día sin las herramientas suficientes para vencerlos uno a uno en las mejores condiciones posibles. En mi opinión, la principal herramienta con la que deberíamos contar es el conocimiento; el conocimiento sobre el funcionamiento y señales que nuestro cuerpo envía en todas las etapas de vida, el conocimiento sobre el autocuidado de la salud para la adopción de hábitos saludables y el conocimiento sobre el derecho a la protección de la salud que tenemos como ciudadanos y todo lo que esto representa.
El conocimiento es el medio más importante para el empoderamiento femenino creándonos conciencia de que la salud es un derecho y también una responsabilidad compartida.
En México, el derecho a la protección de la salud está inscrito en el artículo cuarto de nuestra Carta Magna, estableciéndose como “el fin último, universal e inalienable” con el objetivo de ser la guía en la construcción del andamiaje que constituya y de soporte a nuestro Sistema de Salud y que se operativice a través de infraestructura, equipamiento, capital humano, acceso a tecnologías innovadoras, políticas públicas y financiamiento; estos últimos traducidos en la conformación de un marco programático-presupuestal de prevención, educación en salud, atención médica y protección contra riesgos sanitarios, mejor conocidos como Programas Presupuestarios.
En ese sentido, estoy convencida que, actualmente, las mujeres mexicanas vivimos en un contexto político y social inédito e histórico ya que, por primera vez, una mujer ha llegado a la Presidencia de la República. La doctora Claudia Sheinbaum Pardo ha definido como una de las prioridades de su gobierno, la construcción de una plataforma de derechos para empoderar a las mujeres y promover la cultura de la transversalización de la perspectiva de género en sus políticas públicas para que todos los derechos sean garantizados y que se materialicen en mayores oportunidades de desarrollo, reconocimiento, posicionamiento y visibilidad.
Como ejemplo, quiero resaltar la elaboración y difusión por parte de la Secretaría de las Mujeres de la Cartilla de Derechos para las Mujeres siendo el primer instrumento de empoderamiento femenino jamás antes impulsado por ningún otro gobierno. La difusión de la La Cartilla permitirá que conozcamos todos nuestros derechos y con ello, de manera consciente, podamos hacerlos exigibles. También considero que La Cartilla debe ser el hilo conductor para el diseño de las políticas públicas del sexenio 2025-2030 y para la planeación de los recursos necesarios que permitan a las dependencias y entidades garantizarlos bajo las premisas de equidad, eficacia, disponibilidad, accesibilidad, calidad y oportunidad.
En el marco de las prioridades manifiestas hasta ahora por el Gobierno de México en el ámbito de las mujeres y la salud, la Asociación Civil “Mujer, Hormonía y Salud”, que tengo el honor de presidir ha entregado a la Presidencia de la República y a las autoridades del ejecutivo y legislativo en materia de salud e igualdad de género un Documento de Posicionamiento Técnico al que hemos titulado Un sexenio nuevo, una nueva oportunidad en el marco de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer en México. La menopausia, documento que cuenta con el respaldo de un grupo de personalidades de diversos ámbitos de la vida pública de este país.
Lo anterior con el fin de impulsar un diálogo totalmente técnico, propositivo para construir un puente de colaboración entre el gobierno y la sociedad civil para construir políticas públicas con perspectiva de género para el abordaje de la salud de las mujeres en la menopausia y climaterio de forma integral, personalizada y con enfoque preventivo; a propósito de la coyuntura actual en el camino para la integración de los programas sectoriales e institucionales del Sector Salud para esta administración en concordancia con el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 específicamente el Eje General 2 Desarrollo con Bienestar y Humanismo “República Sana” y el Eje Transversal 1: Igualdad Sustantiva y Derechos de las Mujeres, “Altos niveles de violencia contra las mujeres”. Estoy segura de que este puente será una realidad.
Agradeciendo la disposición y contribución de OPINIÓN 51 en esta cruzada hacia el empoderamiento pleno de las mujeres en nuestro país, ponemos a la disposición de todas y todos, el posicionamiento técnico mencionado en este artículo, como un instrumento que genere conocimiento a las mujeres y a la sociedad.
*La Mtra. Marcela A. Vázquez Coronado es Presidenta y Directora General Mujer, Hormonía y Salud A.C.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.

Comments ()