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Por Marcelina Bautista

Hoy en este artículo quiero compartirle la historia del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y mi experiencia en ser parte de su creación. Fue adoptado el 16 de junio de 2011, marcando un hito histórico en el reconocimiento de los derechos laborales de las personas trabajadoras del hogar a nivel mundial. Fue el primer instrumento internacional legalmente vinculante que establece estándares específicos para proteger a millones de trabajadoras y trabajadores del hogar —la gran mayoría mujeres— que por décadas habían sido excluidos de las leyes laborales generales en cada país del mundo.

El proceso de elaboración del Convenio fue el resultado de años de presión y movilización por parte de organizaciones de trabajadoras del hogar, sindicatos y aliados en todo el mundo. En 2010 y 2011, durante la Conferencia Internacional del Trabajo, se desarrollaron intensas discusiones entre gobiernos, empleadores y trabajadores para definir los principios de igualdad, protección y dignidad que hoy forman parte del Convenio 189.

¿Cuántos países lo han ratificado?

Hasta junio de 2025, el Convenio 189 ha sido ratificado por 37 países alrededor del mundo. Entre ellos se encuentran Uruguay, el primer país en ratificarlo; Filipinas, Sudáfrica, Italia, Alemania, Colombia, Bolivia y México, entre otros. Sin embargo, la implementación varía considerablemente entre países.

México ratificó el Convenio 189 de la OIT el 3 de julio de 2021, comprometiéndose así a garantizar condiciones de trabajo digno para las personas trabajadoras del hogar, alineado con los estándares internacionales.

¿Qué falta por hacer para su implementación efectiva?

A pesar de la ratificación, millones de personas trabajadoras del hogar en México siguen sin acceso real a derechos como seguridad social, contrato, salario justo o jornadas reguladas por el Capítulo XIII de la Ley Federal del Trabajo. El reto principal es hacer cumplir la ley en la práctica.

¿Qué debe hacer cada sector?

1. Personas empleadoras

  • Registrar a las trabajadoras en el IMSS
  • Respetar salario mínimo, jornada laboral y descansos
  • Firmar contrato por escrito con condiciones claras
  • Tratar con dignidad y sin discriminación
  • Informarse sobre sus obligaciones legales

2. Gobiernos (federal, estatal y municipal)

  • Hacer campañas masivas de sensibilización
  • Supervisar el cumplimiento de la ley (IMSS, STPS, CONAPRED)
  • Aplicar sanciones a quienes incumplen
  • Financiar programas de formación para trabajadoras del hogar
  • Apoyar a organizaciones que promueven sus derechos

3. Trabajadoras del hogar

  • Informarse sobre sus derechos laborales y de seguridad social
  • Exigir inscripción al IMSS y contrato escrito
  • Organizarse colectivamente para defender sus derechos
  • Participar en procesos de capacitación y liderazgo
  • Denunciar abusos o incumplimientos

Ratificar el Convenio fue solo el primer paso. Para hacerlo efectivo, todos los sectores debemos actuar ahora. “El tiempo es ahora” para que los derechos no sean solo letra en papel, sino una realidad en cada hogar donde se trabaja.

¿Cómo han cumplido los países con su aplicación?

La implementación del Convenio ha sido desigual. Algunos países han reformado sus leyes para incluir a las trabajadoras del hogar en sus sistemas de seguridad social, establecer salarios mínimos y jornadas laborales dignas. Por ejemplo:

  • Uruguay y Sudáfrica son considerados modelos por haber integrado de manera efectiva los estándares del Convenio en su legislación nacional y políticas públicas.
  • En Filipinas, se creó la Domestic Workers Act o Batas Kasambahay, que ofrece derechos específicos y mecanismos de queja.
  • En México, la ratificación se tradujo en cambios importantes como la inclusión obligatoria en la seguridad social y una campaña nacional para formalizar el trabajo del hogar, pero falta mucha difusión efectiva.

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