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Por Marilú Acosta

Para que un contenido se vuelva viral, tanto su forma como su fondo tienen que ser viralizables. Que esté bonito, se entienda, sea fácilmente compartible, esté vinculado con la actualidad, y si además se publica en el momento y lugar más adecuado para ese contenido, las posibilidades de que se viralice, aumentan. Lo que asegura una rápida dispersión del contenido, es el fondo. Sí o sí, el espectador necesita experimentar una intensa emoción. Que sea original y transmita lo auténtico, suma muchos puntos. Si además entretiene y genera una respuesta biológica de supervivencia, entonces ese contenido cruza las fronteras de la audiencia primaria de quien ha creado el contenido y se pasa de una audiencia nicho a una audiencia masiva.

¿Quieren ver mis Tenis? fosfo, fosfo, tuvo tanta potencia, que atravesó los gruesos muros de la pandemia y llegó hasta las profundidades de la cueva en donde me la pasaba atendiendo a pacientes COVID en casa. Me distraje de mis actividades pandémicas para investigar sobre el fosfo, fosfo. No recuerdo haberlo compartido, pero por lo menos me extrajo de lo que había sido mi rutina, los últimos 10 meses. Entendí que la vida fuera del COVID, seguía. Así me enteré que existía Mariana Rodríguez. Un año después, su corte de pelo volvió a sacarme de la pandemia.

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Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.