Entre broma y broma

Si hacemos algo a voluntad, conscientemente y con malicia no hay espacio para las bromas, estamos empoderadas.

Entre broma y broma
Marilú Acosta
Por Marilú Acosta

La palabra broma proviene del griego βρῶμα que quiere decir alimento o carcoma, alguien de mayor poder se come a quien tiene menor poder. Una broma se estructura para desconcertar a quien se está molestando, desde sus orígenes está vinculada al engaño, la farsa o la burla, lo cual provoca un enojo que se enmascara con risas. Para Henri Bergson (Francia, 1859-1941) hay tres elementos esenciales para la risa. Primero, es exclusivamente humana. Jamás nos reiremos de un objeto, de una montaña o un animal por sí mismos. Si nos provoca risa es porque lo hemos humanizado. Segundo, la risa es insensible. Reírse ante una situación cómica sólo sucede si no tenemos emoción alguna. Mil maneras (improbables) de morir es un programa que habla sobre la muerte. La muerte no da risa, lo improbable sí. Tercero, la risa es cómplice. La risa es social, de grupo, se aviva si otro se ríe, se continúa si hay otros más que están riendo.