Ser ciudadano

Generar soluciones mágicas sin duda refleja la inmadurez de la sociedad. A pesar de lo anterior, hay mucho que podemos hacer.

Ser ciudadano
Marilú Acosta
Por Marilú Acosta

Se considera ciudadano a toda persona que es un miembro activo de un Estado, que tiene derechos políticos y se somete a las leyes de ese Estado. Hay una ciudadanía por derecho de nacimiento y una adquirida. Para ambas, los derechos de los cuales goza la ciudadanía rigen la sociedad a nivel macro, son una mezcla de tareas y responsabilidades que los ciudadanos tienen entre sí además de los que tienen con el gobierno, con el fin de un bien común. El gobierno también tiene la responsabilidad de satisfacer derechos y privilegios.

Privilegio es una palabra que viene del latín, privilegium, compuesta por privus del verbo privare, que significa uno mismo, por legalis que es relativo a la ley y el sufijo ium, que indica relación. Legalmente, privilegium es una ley hecha para un particular, grupo o sector en especial. Estamos acostumbrados a utilizar la palabra privilegio como algo injusto y abusivo por parte de quienes se benefician. Sin embargo, hay situaciones que requieren un privilegium que no puede considerarse ni injusto ni abusivo; por ejemplo, otorgar permiso para realizar una cirugía como cirujanos responsables, únicamente a médicos generales (6 años de estudio) que hayan realizado la especialidad en cirugía (4 años). El privilegio de operar como cirujano principal es sólo para profesionales con 10 años de carrera.