El teleprompter del Bien(Malestar)
Más de setenta años después, el teleprompter regresa a ser un escándalo político ahora en México, en la campaña presidencial del 2024, lo cual resulta interesante por varias razones.
Por Marilú Acosta
Apuntador (español), souffleur (francés y alemán), prompter (inglés), suggeritore (italiano) son palabras que definen a la misma persona y también expresan las características de cada idioma. El apuntador es quien apuntala. El souffleur es alguien que sopla. Prompter es el que aparece y el suggeritore sugiere. Todas estas palabras describen a las personas que en el teatro se colocan debajo del escenario cubiertas por una especie de concha para que el público no las vieran y su voz solo la escucharan los actores, esto en el teatro europeo a partir del siglo XVI. La palabra teatro proviene del griego θέατρον (theatron) que significa lugar para ver. En Grecia hay vestigios arquitectónicos, los anfiteatros, que datan de más de 3 mil años y textos teatrales que se conservan de hace más de 2 mil quinientos años. Sin duda había personas que ayudaban al protagonista a decir sus líneas desde entonces, y estamos hablando de una época en que la humanidad tenían pocos instrumentos de escritura que fueran depositarios del conocimiento, por lo que la memoria era un recurso valiosísimo.
La televisión comercial empezó a transmitirse en Estados Unidos en 1947; al siguiente año surge el teleprompter, cuando el actor de teatro Fred Barton Jr. incursiona en la televisión. A pesar de que tanto el teatro como la televisión eran en vivo, la diferencia entre ambas era la cantidad de líneas nuevas que debía aprenderse a diario, así que Fred idea un prompter para la televisión. Fred va con Irving B. Kahn (EUA, 1917 - 1994), vicepresidente de los estudios 20th Century Fox a solicitar ayuda y le presenta a Hubert Schlafly (EUA, 1919 - 2011), un ingeniero eléctrico, quien crea el primer teleprompter a partir de la idea de Fred, lo patenta en 1949. Con la mitad de una maleta cubre los mecanismos que desplegaban el papel donde estaban las líneas que Fred tenía que decir. La persona encargada de girar el papel era un tramoyista, una función también teatral, los tramoyistas son quienes mueven los escenarios para cada escena del teatro. El 4 de diciembre de 1950, la telenovela “The First Five Hundred Years” utiliza por primera vez, durante un capítulo en vivo, el teleprompter. Puesto que era un mecanismo bastante sencillo, todas las producciones comenzaron a adecuarlo y es el productor de “I Love Lucy”, Jess Oppenheimer (EUA, 1913 - 1988), quien patenta el primer teleprompter que utiliza espejos y vidrios para proyectar el texto directamente al lente de la cámara. El beneficio para actores y presentadores fue enorme, además de que la televisión, como canal de comunicación, se convirtió en algo íntimo y poderoso. Actrices, actores, y noticieros podían hablarle directamente a la audiencia, sin tener que memorizar diariamente líneas de ficción o información relevante.
A pesar de haber sido creado a partir del teatro y para la televisión, el campo verdaderamente revolucionado con el teleprompter fue la política. En la campaña presidencial de 1952, entre la Convención Nacional Republicana y la reunión Democrática, 47 de los 58 principales discursos se apoyaron en el teleprompter. Dwight David «Ike» Eisenhower (EUA, 1890 - 1969) fue el primero en poner la palabra teleprompter en la boca de todos, por el discurso de campaña que dio en Indianápolis el 9 de septiembre de 1952, al ser descrito por el New York Times como el discurso que fue leído en un teleprompter. En 1954, el informe ante el congreso del Presidente Eisenhower (34º presidente de los Estados Unidos de América, de enero de 1953 a enero de 1961) fue el primer Discurso del Estado de la Unión (State of the Union Address) leído en un teleprompter.
Más de setenta años después, el teleprompter regresa a ser un escándalo político ahora en México, en la campaña presidencial del 2024, lo cual resulta interesante por varias razones. Primero porque refleja perfectamente la forma de simplificar cualquier situación para que sea una crítica fácil de repetir e imposible de negar. Segundo, porque es una situación que encontramos cotidianamente en el patio de una escuela primaria y es del tipo “uuuyyy se le vieron los calzones” o “uuyyy trae torta de huevo con chorizo” y así. Tercero, los bullies (que hacen el punto 1 y 2) son personas sumamente inmaduras, inseguras y agresivas porque se sienten incapaces de resolver por otro medio la situación en la que se encuentran. Cuarto, si es lo único que pueden criticar, entonces no tienen capacidad de réplica y mucho menos de propuestas. Quinto, están privilegiando la memoria por sobre la lectura (y previa escritura) de un texto, como si repetir (las mismas mentiras) tuviera algún tipo de mérito. Y aquí abro un paréntesis, he observado (es mi observación personal), que personas con buena memoria y que son bullies, sobretodo para quienes podemos leer y escribir, tienen un problema de aprendizaje y de lectoescritura, tienen una dislexia que los obliga a aprenderse de memoria las cosas sin poderlas leer y comprender. Así que el sexto punto puede ser el más evidente y más simple, al mismo tiempo que es el más sorpresivo y preocupante. Aquellas personas que señalan el uso del teleprompter como un defecto, casi casi como discapacidad, son niños dolidos que el sistema educativo les quedó mal, ya que nadie se abocó a generarles herramientas de lectura y escritura, son adultos que han tenido que apoyarse desde pequeños en su memoria (de repetir las mismas mentiras), porque no tienen la capacidad de escribir un discurso y leerlo después. Así nos lo señalaron los resultados (internacionales) de la prueba PISA, el mundo carece de habilidades lectoras. Y tal como Eisenhower seguramente leyó en un teleprompter, durante un desayuno en Denver el 10 de septiembre de 1955, “algunos políticos de antaño dijeron que los malos servidores públicos son elegidos por buenos votantes que no fueron a votar”. En 2024, la diferencia no es el teleprompter del bienMalestar, es cuantos buenos votantes vamos a ejercer nuestra libertad y derecho de elegir a la próxima presidenta de México y la recuperación de un país saqueado por quienes han destruido el valor de la vida, la verdad y la libertad.
¿Y tú, tienes en regla tu credencial para votar?
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