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Por Martha Carrillo

Hace casi 20 años se puso en boga la “Ley de la atracción”, en la que se afirma que nuestros pensamientos tienen un impacto energético en la realidad y por tanto los pensamientos positivos atraen experiencias positivas y los negativos vivencias negativas. Esta información se popularizó a  través de la publicación de un libro llamado “El Secreto” escrito por Rhonda Byrne y no es que esta ley universal no funcione, solo que no nos dieron el secreto completo y por ello, a pesar de los miles de decretos y vision boards que la gente hizo pegando en un pizarron las imágenes de sus deseos, la frustración y la desilusión por no concretar sus sueños se hizo presente.

Por ello, hoy más que hablar del secreto de la manifestación hay que hablar del poder de la manifestación que todos tenemos. Debemos hacernos conscientes que la manifestación es parte de nuestra esencia y por ello manifestamos todo el tiempo, solo que no lo hacemos desde la consciencia.

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Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.