Hacer un alto en nuestra cotidianidad para sentir compasión, es un aliciente para sentirnos acompañadas, pertenecientes, y con sentido de unidad. En esencia, todos y todas compartimos el mismo origen, que es el amor incondicional. En lo microscópico todas y todos somos energía, vibración y tenemos la capacidad para experimentar emociones, que nos son comunes a todas y a todos. Por eso podemos sentir compasión, que es la capacidad de entender y empatizar con lo que los demás sienten y de manera natural nos surge el impulso de querer que todos estén en paz y en equilibrio. Libres de sufrimiento nosotras mismas, y los y las demás. Te invito a crear en esta meditación un espacio seguro para poder sentir compasión.
Si nunca has meditado, sólo sigue mi voz.
¡Disfruten!
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
Comments ()