Document
Por Melissa Mochulske

Ni carcajadas en estéreo ni abrazos acaramelados, menos que menos, un beso; tampoco tengo memoria de cenas familiares en el mismo comedor ni de unas vacaciones juntos, vamos, que básicamente, aún hoy sigo sin concebir a mis padres como una pareja.

Tengo grabada la imagen de mis pies descalzos a los seis años brincando encima de nuestro sillón negro con sus voces de fondo dándome la noticia y no porque haya sido para mí una sorpresa, sino porque es mi recuerdo de ellos dos como un equipo unido por una honestidad brutal que al día de hoy sigo admirando: “Somos mejores amigos que no saben ser pareja, pero que van a quererse siempre porque tenemos en común lo más hermoso de nuestras vidas que eres tú…” me dijeron, y hasta el último aliento de mi padre hace 20 años, lo cumplieron cabalmente.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.