Daltonismo emocional

Cuando dejé a un lado el drama y me percaté de que ser una mujer divorciada y sin hijos a los 33 años no era condena sino una bendición.

Daltonismo emocional
Melissa Mochulske
Por Melissa Mochulske

Ni carcajadas en estéreo ni abrazos acaramelados, menos que menos, un beso; tampoco tengo memoria de cenas familiares en el mismo comedor ni de unas vacaciones juntos, vamos, que básicamente, aún hoy sigo sin concebir a mis padres como una pareja.

Tengo grabada la imagen de mis pies descalzos a los seis años brincando encima de nuestro sillón negro con sus voces de fondo dándome la noticia y no porque haya sido para mí una sorpresa, sino porque es mi recuerdo de ellos dos como un equipo unido por una honestidad brutal que al día de hoy sigo admirando: “Somos mejores amigos que no saben ser pareja, pero que van a quererse siempre porque tenemos en común lo más hermoso de nuestras vidas que eres tú…” me dijeron, y hasta el último aliento de mi padre hace 20 años, lo cumplieron cabalmente.