Por Mónica Flores
La escasez de talento es un desafío global del que se habla mucho, pero sobre el que no estamos haciendo lo suficiente para resolver.
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A nivel global, 75% de los empleadores tienen dificultades para cubrir sus posiciones vacantes, 68% en México.
Para cualquier organización, es crucial contar con las personas que le ayuden a conseguir sus objetivos de negocio, si no las tiene, pierde capacidad competitiva.
Tendemos a pensar que les sucede a las industrias que requieren conocimientos y habilidades técnicas avanzadas o muy especializadas, pero no es así. Ocurre en cualquier país, industria, tipo de organización y tamaño de empresa.
Paradójicamente, de acuerdo con la OIT (Organización Internacional del Trabajo), en 2024 el déficit de empleo (que mide el número de personas sin trabajo pero que desean trabajar) es de alrededor de 402 millones de personas en el mundo. (1)
Muchas personas buscando empleo, y muchas empresas sin poder cubrir sus vacantes.
¿Qué ocurre?
El fenómeno es multifactorial, sin embargo, existen algunas tendencias.
La brecha de habilidades: la diferencia entre las competencias que los individuos tienen y las que las empresas necesitan, ha ido creciendo.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, 50% de todos los individuos tendremos que volver a capacitarnos para 2025 y define que estas son las habilidades del futuro (yo diría que también del presente):
- Pensamiento analítico e innovación
- Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje
- Resolución de problemas complejos
- Pensamiento crítico y análisis
- Creatividad, originalidad e iniciativa
- Liderazgo e influencia social
- Uso, seguimiento y control de la tecnología
- Diseño y programación de la tecnología
- Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad
- Razonamiento, resolución de problemas e ideación
El tema de fondo es que los requerimientos del mercado laboral y lo que se está enseñando en las escuelas están distanciados y no van al mismo ritmo.
Existe entonces un desajuste entre la formación académica y las necesidades del mundo del trabajo.
En un mundo cambiante, incierto y con una revolución tecnológica que cada vez nos desafía más, los sistemas educativos y las competencias que se adquieren pueden quedar obsoletos en 2 o 3 años. La esperanza de vida de los conocimientos y skills es cada vez más corta.
Sólo por mencionar un dato: de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, casi el 40% del empleo mundial está expuesto a la IA, el 60% en las economías más avanzadas. (2)
¿Qué hacer?
Combatir la escasez de talento tiene varias vías, aquí algunas:
- Microcredenciales o certificaciones educativas en conocimientos o habilidades específicas que son obtenidas en lapsos cortos de tiempo y que permiten a las personas ajustarse rápidamente.
- Prácticas profesionales tempranas que ofrezcan a los jóvenes adquirir experiencia laboral mucho antes de que terminen el plan educativo.
- Alianzas empresas-academias para cerrar la brecha entre los planes educativos y lo que demanda el mercado laboral.
- Voluntad del individuo para seguir aprendiendo
También es crucial mantener un programa continuo para: mejorar/actualizar las habilidades existentes (upskilling), desarrollar habilidades diferentes o completamente nuevas (reskilling) y adquirir habilidades para las necesidades del futuro (preskilling).
Esta no es sólo una fórmula empresa-gobierno-academia, los individuos también debemos hacer nuestra parte: hoy se valora muchísimo la capacidad de aprender a aprender (learnability) y el lifelong learning o la disposición personal que tengamos para adquirir habilidades a lo largo de nuestra vida profesional.
Porque es importante lo que sabemos hoy, pero es más importante lo que somos capaces de aprender...
https://news.un.org/es/story/2024/05/1530131
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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