O51 en la FIL Gdl: ¿México sin oposición? ¿Ya somos menos corruptos? ¿La mujer es una moda?¿Debemos apostar por la esperanza?

Esta semana Opinion 51 tuvo presencia en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Esta es una reseña de lo que se vivió.

La pista de baile estaba dispuesta: un espacio con límites en sus cuatro lados de iguales dimensiones y, dentro, mujeres desbordando su pensamiento en un vals que se convirtió por momentos en una pieza de danza contemporánea, patinaje sobre hielo y hasta una salsa.

Las mesas de la sección de Pensamiento de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara protagonizadas por las columnistas de Opinión 51 dejaron ver que nada está ya dicho antes, que debemos seguir conversando, que podemos emocionarnos con las palabras, con los diálogos... que vale la pena seguir hablando de lo importante.

¿Quiénes o cuáles son los verdaderos contrapesos en México? ¿Podemos llamarle a algo "oposición"? Denise Dresser, Valeria Moy y Lourdes Mendoza -moderadas por Soledad Durazo- convergieron y divergieron sobre el tema. "De qué manera puede presentarse una oposición cuando no lo es... vemos partidos que  ven obsesivamente la mañanera y tuitean contra el Presidente en vez de salir y construir alternativas viables", dejó en la mesa Denise. "Es una oposición que ha caído de forma boba o inocente en el juego del presidente", completó Valeria. Entrando a la pista con una tercera idea, Lourdes Mendoza dijo no estar de acuerdo: lo que pasa es que la ciudadanía no les dio los votos necesarios para que tuvieran fuerza en la primera etapa del sexenio, afirmó.

La oposición, el contrapeso, probablemente son las mujeres, las y los integrantes de la academia, las y los periodistas, la sociedad civil organizada, coincidieron.

Esta mesa, que fue referida por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera refiriéndose concretamente a  Denise Dresser, se inundó de aplausos y una participación circular entre quienes asistieron.

La corrupción que duele

Crecimos como mexicanos con la palabra corrupción partida y licuada casi dentro de la mamila. Porque nos duele en las crisis económicas por las que hemos pasado, porque nuestros padres y nuestros abuelos la han repetido. Laura Manzo, Sofía Ramírez, Bárbara Anderson y Sandra Romandía compartieron sus visiones sobre lo que es para ellas la corrupción como lo es  tráfico de influencias, conflicto de interés, desvío de fondos, negligencia, nepotismo... y Bárbara dijo algo muy importante: uno de los más evidentes actos de corrupción es aceptar un puesto para el que no se está preparado, y de eso están llenos los altos cargos públicos.

Detrás de la historia de una persona que agoniza por falta de medicina o de atención hospitalaria, detrás de una víctima de una línea de metro que colapsó, de una persona accidentada por un puente que se cayó, siempre hay una historia de corrupción, de ingenieros incompetentes que resultaron ser parientes del funcionario, o del dinero público que nunca llegó al hospital.

¿Qué podemos hacer? Indignarnos, entender que la corrupción no la podemos dejar pasar, denunciar y diseminar el mensaje de lo que no está bien, coincidieron.

Las mujeres en el arte, la creatividad, la agenda, ¿una moda?

Sabina Berman, Consuelo Sáizar y Ana María Olabuenaga, moderadas por Sandra Romandía -a ausencia de la escritora Sofía Segovia quien de último momento no pudo llegar debido a temas personales- nos hicieron ver que la discusión sobre el tema feminista, igualdad de género, cuotas, presencia y relevancia de la mujer debe seguir vigente aún cuando no es nuevo.

"Hay que dejar de hablar de grandes guerras libradas por grandes hombres... cambiar el relato patriarcal", lanzó Sabina Berman dentro de la lectura de un texto de su autoría que reta a cambiar esquemas, a abrir los ojos, a mirar atrás pero sobre todo hacia adelante: a modificar las narrativas. "Desbiologizar" las letras, completó Consuelo, al leer en voz alta su participación enriquecida de referencias literarias y anecdóticas que dieron sentido a lo que fue descrito por el diario  El País como "ese momento eléctrico en el que el auditorio se rinde de admiración ante el humor, el rigor y la elocuencia de quienes ocupan el estrado". Ana María Olabuenaga resaltó también la necesidad de entender el mundo y contarlo de forma distinta porque estos tiempos son otros.

Las próximas generaciones son las que estarán generando el cambio y abriendo las puertas a la igualdad y la libertad, convirtiéndonos así en una humanidad feminista "sin querer", porque ello no significa más que equidad, respeto, libertad y mismas oportunidades.

¿Debemos apostar por la esperanza?

Para cerrar la fiesta que fue la presencia de Opinión 51 en la Fil, Susana Moscatel, Diana J. Torres y Stephanie Lewis bailaron la última pieza con el tema: ¿qué  hay de mañana, debemos tener esperanza? El diálogo rondó alrededor de varias columnas que han escrito en este espacio, y en las que se han cuestionado temas como la discriminación, las libertades, el cambio generacional y el cuidado del planeta.

“Un día caí en cuenta que no puedo pasar por este mundo sin hacer nada o dejar nada”, dijo Diana quien nos hizo reparar en una posibilidad: estamos mejorando en cuanto a libertades y aceptación de la diversidad y respeto a los otros mientras el planeta se está acabando. “Creo que llegamos tarde a la fiesta”.

Susana Moscatel resaltó cómo el arte nos hace abrir los ojos ante lo que sucede en lugar de hacernos huir de la realidad. Por eso nos nutre y nos ayuda a actuar para ser mejores.

Stephanie, como moderadora y comentarista, hizo una analogía precisa aprovechando la conversación sobre la película “No mires arriba”: quizás a todos nos cae un meteoro que en cierto momento nos cambia el rumbo, la manera de ver la vida y por tanto de apreciarla y proceder. Unos de ellos  son los duelos.

¿Hay esperanza? “La esperanza está en lo que he escrito mientras este cuerpo y estas células no se desintegren”, cerró Diana en el paso final de la danza suave y pareja que fueron los conversatorios de Opinión 51 en Guadalajara.

Bailaremos el próximo año.

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