#TestimoniosRefugiadas8M: No soy culpable de ser mujer

Hace siete años que vivo violencia con mi pareja y siempre pensé en poner un límite, pero las circunstancias me lo impidieron. Gracias a Dios decidí trabajar, aunque trabajando siempre viví violencia con él y un día intentó matarme, pero gracias a Dios no lo hizo y mi patrona Doña Ana me ofreció ayuda y decidí aceptar y me aconsejó que yo denunciara, pero tenía miedo porque pensé que no se haría justicia. Ahora que conozco un poco de leyes sé que sí se puede hacer justicia, y denuncié y me ofrecieron un refugio para las mujeres, aunque tenía miedo porque no sabía cómo me iba a enfrentar a muchas cosas.

Siempre he tenido temor porque no sé cómo iba a ser mi vida con tanta violencia: hace tres meses era triste, estaba insatisfecha conmigo misma. Ahora que estoy acá en el refugio me siento tranquila, con seguridad y confianza en mí misma; me identifico como una mascota, porque a las mascotas las regañan, pero al final se acerca a ti y te dan un apapacho, como mi perro Roki. Pero, ánimo, mujer, porque como mujeres valemos más, porque yo como mujer viví violencia física, sexual, patrimonial, psicológica, emocional feminicida y económica.

Pero aún así estoy aquí dispuesta a luchar por mi vida y la de mis hijos, porque no soy culpable de ser mujer.

M. F. M. M.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.

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