⚠️ Opinión 51 al momento. Nuestras columnistas opinan: el presidente violó, en vivo, el Artículo 16 de la Constitución.

Hoy el presidente López Obrador, violando la Constitución y utilizando datos falsos, arremetió contra el periodista Carlos Loret de Mola.

En Opinión 51 alzamos la voz en contra de esta acción conscientes que lo hecho por el mandatario atenta contra la libertad de expresión y contra el ejercicio de nuestra profesión.

1. El presidente está violando la Constitución. Es gravísimo.
2. Está incitando a la violencia.
3. Las palabras NO se las lleva el viento. Dejan huella y hacen daño. Y más cuando están dirigidas y diseñadas para atacar. Que el Presidente haga esto siempre pero particularmente en el momento que se vive de agresión y violencia hacia los periodistas, es más grave que nunca.

Sobra decir que toda mi solidaridad con Carlos -a quien estimo, respeto y con quien colaboro- pero por igual a todos los que el presidente agrede desde el púlpito presidencial haciendo un uso desmedido de su fuerza como presidente y de su voz magnificada por el altavoz presidencial. Qué mal día para el país.

Aberrante. AMLO expone información confidencial sobre un ciudadano, que no es funcionario y pide al SAT que verifique. Esto es un abuso de poder. Evidencia uso faccioso de las instituciones, e hipocresía de un gobierno que “reserva” información  de verdadero interés público.

El presidente violó, en vivo, el Artículo 16 de la Constitución, el Código Fiscal de la Federación, y la Ley General de Protección de Datos Personales. En vivo.

Hoy hemos cruzado una línea muy peligrosa cuando el Presidente de la República exhibe de manera ilegal, los supuestos ingresos del periodista Carlos Loret de Mola. Por cierto, lo hace en un Power Point plagado de errores de ortografía. Desde el megáfono más fuerte del país, que es su mañanera, acusa y estigmatiza, pero sobre todo amenaza. Amenaza a Carlos y a todos aquellos que se atrevan a criticar a su gobierno, amenaza con el claro mensaje de que quien lo señale la paga. Quien se atreva, será investigado hasta por debajo de los dientes, para después derrumbar todo lo construido: la libertad de expresión y con ello la democracia. El S.A.T. y la F.G.R. al servicio del Presidente por encima del derecho a la protección de datos personales. Un día triste para tod@s. Por cierto, no perdamos de vista que el posible conflicto de interés del hijo del Presidente no ha sido aclarado, eso necesitará más que un simple power point.

SOBISMO, la palabra no existe, pero es la mezcla de la soberbia y el cinismo. La acuño, porque no encuentro otra mejor para describir los tres años que llevamos de sexenio. Soberbia para no escuchar nada más que no sea su visión personal del mundo en la que además se acomoda a si mismo a un lado de los hérores de la patria, y cinismo para violar descaradamente la ley, frente a todos, porque le incomodó lo que le dio a conocer un periodista.

Para el presidente la revisión del poder, es un ataque personal. Pero eso sí, no es sorpresa, ya se lo había advertido a los periodistas que cubrían la mañanera en el 2019: “Si ustedes se pasan, ya saben lo que sucede.” Hoy,  su intento de callar a uno, se convierte en un mensaje para todos. Tal parece que el presidente está enojado, tan enojado como de aquí a Houston.

No se trata solo de un periodista; la exhibición de datos personales y ataque a Carlos Loret de Mola es un mensaje de presidencia para todos los que ejercemos este oficio. De lo más grave visto en los últimos años.

En el colmo de la loca búsqueda por controlar todo y en la desesperación por tapar lo que no le conviene, el Presidente no solo se va contra el periodista sino además con un dejo de soberbia y autoritarismo pide cuentas a Televisa que supuestamente le paga ¿Quiere entonces meterse a censurar el gasto de las empresas?

Cierto, el Presidente mantiene el poder pero ya se dio cuenta que perdió el control y eso lo descontrola.

“Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie.” La frase es de un Presidente que en un solo párrafo este 11 de febrero de 2022 en su conferencia diaria se puso al margen y por encima de la ley.

“El dinero es la mamá y el papá del diablo’, es otra frase de un Presidente que en un acto fuera de toda legalidad puso en evidencia información privada de una persona acerca de sus ingresos (sí, del dinero), como una manera de acallar una serie de investigaciones que revela actos de corrupción en sus círculos más cercanos.

“Yo no fabrico delitos, no me dedico a eso, no es mi fuerte la venganza, nada más que el león piensa que todos son peludos”. Otra frase de un Presidente que puso todos los recursos que tuvo a la mano para conseguir información sensible sobre un periodista porque no le gustan investigaciones que corroan el capital más valioso que lo estacionó en Palacio Nacional: terminar con la corrupción.

No hay coherencia entre discurso y su auténtico rol de jefe de estado; tampoco entre sus promesas de campaña y la realidad: combate a la corrupción, primero los pobres y regreso del Ejército a los cuarteles. En los tres casos, no sólo no ha sido incrementado sino que se le sumó el componente de impunidad.

Querer tapar el sol con un dedo (o balconeando a un periodista por venganza) no va a durar para siempre.

Vulnerar los derechos de las y los ciudadanos por parte del gobierno empieza con la violación al derecho a la protección de sus datos personales, su seguridad y la de su familia. Gran parte del deterioro democrático que hoy en día vivimos es consecuencia de la destrucción de nuestras instituciones públicas. El día de hoy no sólo existe una ausencia de protección del periodismo por parte del Estado, sino que incluso existen ataques directos por parte del gobierno hacia las y los periodistas. Utilizar la palestra más importante de este país en contra de una persona privada, es una afrenta a la libertad de expresión y al derecho a la información, puesto que expone al periodista y nos expone a todos.

Promover el uso faccioso de la información desde el poder expone a quienes todos los días se juegan el pellejo haciendo periodismo de calle y periodismo de investigación. Mi solidaridad con las familias de las víctimas que han fallecido este año, en esta administración y en este país haciendo su trabajo en el periodismo. Lo que le pasa a Carlos Loret, nos pasa a todes.

Ver a un presidente violar la ley de la forma como lo hizo hoy el presidente de México, Andres Manuel López Obrador, debe ser una sacudida para el país. Si el presidente quiere responderle a un periodista sobre su trabajo, la mejor forma de hacerlo es presentando datos que demuestren lo contrario a la investigación, en este caso: que no hay enriquecimiento ilícito, ni conflicto de interés de sus hijos, no violentando la ley. La espiral de deterioro es terrible y temible.

Mi solidaridad con mi colega Carlos Loret de Mola.

No sé cuáles vayan a ser las consecuencias sobre el Presidente después de esto, pero lo que sí ha demostrado es ser un mal líder, al accionar sin ética alguna. El Presidente no atentó contra un periodista y su profesión, atentó contra la privacidad de un ciudadano, atentó contra la Constitución, contra 128 millones de mexicanos, contra la ética y sólo revela su rabia y su mal ejercicio.

En 42 días de este año han sido asesinados seis periodistas de medios locales y el Presidente continúa atacando al periodismo. Lo que hizo hoy, utilizar a las instituciones para exhibir a un periodista, no solo es un atentado a la libertad de expresión, sino a la sociedad entera. Las instituciones están hechas para servir a los ciudadanos, para fortalecer al Estado, no para ser instrumentos de agresión ni de revanchas.

Son 5 periodistas asesinados en lo que va del 2022 y hoy AMLO soltó, lo que ya sabíamos: Las y los periodistas estamos solos y somos un blanco fácil cuando se exhibe al poder. Dice que no habrá IMPUNIDAD PERO ACORRALA.

Andrés Manuel es un maestro en distractores para encubrir y ser cómplice de quienes viven violando la ley. Es INADMISIBLE utilizar el espionaje e información oficial para arrinconar y exponer la vida de los periodistas.

¿Dónde está la libertad de expresión que tanto pregonan? ¿Dónde está la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares?

El Presidente alimenta un clima de tensión contra los periodistas a diario, no tiene límites, primero su discurso y después la vida de los periodistas.

Es alarmante lo ocurrido esta mañana en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Preocupa ver cómo alguien que debería fomentar el respeto entre los mexicanos abuse de su poder para atentar contra la libertad de expresión y los derechos fundamentales de otra persona por medio de una comparación que se quedó en un intento burdo e ilegal para intimidar. El ejecutivo federal tiene la obligación de ser el principal guardián de los derechos de los mexicanos y respetar en todo momento las leyes de nuestro país, el despliegue de datos mostrados el día de hoy por la mañana denotan todo lo contrario; el uso de datos confidenciales para un fin personal ha superado todos los límites. Lo más grave es ver cómo el volumen de los ataques, descalificaciones e insultos a periodistas sigue aumentando sin control. Basta.

El Presidente de la República, como primer mandatario, está obligado a cumplir y hacer cumplir la Carta Magna. Le exigimos respeto a los derechos fundamentales contenidos en la Constitución.

Inadmisible. El presidente ha cometido hoy un error histórico. Lamentable por las causas que originaron esa conducta e indignante por los recursos que utilizó para violar los datos confidenciales que la Constitución garantiza. El solidarizarnos con Carlos Loret de Mola es ejercer a plenitud nuestros derechos ciudadanos, y preservar la capacidad de indignación ante lo inadmisible.

Primero pensé que la lógica del presidente era por un discurso electorero (aun ya electo), luego por malos consejos,  luego por desconocer la Constitución que juró defender, luego por soberbia (el no recalcular  la estrategia), luego  por maldad.

Después de la mañanera de hoy creo que el presidente está loco.

Médicamente enfermo.

Aunque intente asustarnos, aunque rompa la Ley, aunque injurie y mienta… nuestro amor por México es más grande y no nos va a callar.

México se encuentra entre los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. El Presidente, en vez de resolver este gravísimo problema, hace uso de su poder para incentivar a su base en contra del periodismo crítico, violando a todas luces la Ley General de Protección de Datos Personales.

Es extremadamente peligroso que día con día, el Ejecutivo llegue cada vez más lejos, sin consecuencias, polarizando aún más a un país en donde la violencia y el crimen están dolorosamente normalizados.

Mi más profunda solidaridad con los y las periodistas que se juegan la vida para investigar y exponer la verdad, a pesar de que no hay nada que los proteja. Ni nadie que nos proteja de este arbitrario mandatario.

Hay una sola cosa de la que podemos estar seguros a estas alturas del sexenio: el Presidente de la República dedica una buena parte de su poder y de su tiempo para orquestar venganzas.

Lo sucedido hoy en la mañanera, haciendo uso del púlpito presidencial debe sentar un precedente del ejercicio del poder político frente a una acusación ante la que no hay defensa y claramente vulnera el periodismo en México. Los delitos cometidos esta mañana son innumerables y no deben ser tolerados. Mi solidaridad con Loret.

Seis periodistas asesinados en las primeras seis semanas del año. No tengo cara para ver a mis hijos y decirles que van a crecer aquí, en un país donde comunicar te puede costar la vida y en donde el presidente en turno es capaz de usar el poder para poner en riesgo a un periodista a nivel nacional al exhibir datos personales. ¿Con quién nos quejamos cuando la máxima autoridad es el riesgo? Presidente: basta ya de su discurso de odio.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.

Más de 100 opiniones a través de 80 columnistas te esperan por menos de un libro al mes. Suscríbete y sé parte de Opinión 51.