Las restas de Delfina

Desde su llegada a la SEP hay menos alumnos, menos maestros y menos escuelas en todo el Sistema Educativo. ¿Dónde están los casi 900 mil estudiantes que abandonaron las aulas?

Las restas de Delfina
Bárbara Anderson
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¿Ustedes creían que la secretaria de Educación sólo sabía sumar ‘apoyos obligatorios’? Pues no, también sabe restar. Desde su llegada a la SEP hay menos alumnos, menos maestros y menos escuelas en todo el Sistema Educativo. ¿Dónde están los casi 900 mil estudiantes que abandonaron las aulas?

El lunes es el Día Internacional de la Educación y me pareció una buena oportunidad para revisar el Tercer Informe de Labores de la SEP, mismo que se presentó en septiembre del año pasado, pero que no recuerdo que hayan generado ninguna indignación los resultados que componen este documento de 156 páginas.

Y sí, es una brutalidad. Porque el sistema educativo completo del país tuvo fugas, tuvo grietas por las cuales se perdieron personas (alumnos y maestros), infraestructura y contenido.

El ciclo que comprende desde el 1 de septiembre de 2020 al 31 de agosto de 2021 fue el peor de los últimos seis períodos escolares a la fecha; solo en el anterior (2020/21) 847 mil alumnos a nivel nacional dejaron de tomar clases: 656 mil de Educación Básica (-2.6% del total de 24.6 millones de alumnos), 160 mil en Educación Media Superior (-3.1%)  y 31 mil en Educación Superior (-0.8%).

Las mayores deserciones ocurrieron en el Estado de México (-161,418 alumnos), Puebla (- 75,374) y la CDMX (-67,973).

Si tenemos en cuenta que en este ciclo pasado hubo 190 días hábiles de clase, cada día 4,371 alumnos abandonaron sus estudios en este país.

¿Ameritaría un análisis, una evaluación, una investigación? Claro que sí, aunque sabemos que nunca ocurrirá.

Estas cifras son un escándalo sobre todo teniendo en cuenta que tampoco el plan de Aprende en Casa I, II y III vía televisión nacional fue un éxito ni menos aún susceptible a ninguna evaluación final por parte de las autoridades.

Si bien, el sistema educativo mexicano es uno de los más grandes, complejos y fragmentados de toda América Latina, lo cierto es que sí existen mecanismos de relevamiento salón por salón.

Porque sino tampoco sabríamos que hubo menos docentes: 9,172 maestros y maestras dejaron de impartir clases el ciclo pasado (de 2 millones 071 mil 715 a 2 millones 062 mil 543).

¿Sabían ustedes que en este solo período escolar se cerraron 1,208 escuelas, casi todas de Educación Básica?

Menos alumnos, menos maestros, menos escuelas y menos programas: este gobierno ha desaparecido a las Escuelas de Tiempo Completo (PETC), el Programa Nacional de Convivencia Escolar (PNCE), el Programa para la Atención a la Diversidad de la Educación Indígena (PADEI), el Programa Atención Educativa de la Población Escolar Migrante (PAEPEM) y el Programa de Desarrollo de Aprendizajes Significativos de Educación Básica (DASEB), destinados atender a estudiantes en las zonas de mayor marginación. Sí, dónde están las comunidades más olvidadas y pobres, a las que el gobierno actual prometió devolverles la escolaridad perdida.

En el ciclo escolar 2020/21 todo cayó menos el dinero: mientras en 2020 el Gasto Nacional en Educación (GNE) fue de 1,359,664.3 mdp, en 2021 creció más que la inflación (un aumento de 8.6%) hasta los 1,526,546.8 mdp.

Y para este ciclo hay más dinero, 1.9% extra, pero no es para regresar a esos casi 900 mil alumnos a las aulas sino para gastos en infraestructura -misma que tampoco se evalúa y que es deficiente en la mitad de los centros educativos- y becas (donde no hay un seguimiento de que efectivamente sirvan para erradicar de deserción escolar).

A fines del año pasado, la organización Mexicanos Primero hizo un foro (“Robo a las escuelas. Un fracaso para niñas y niños”) donde desmenuzó cómo gastará este año su presupuesto la SEP: lo que muestra es que hay más dinero para becas y para instalaciones (y todavía, en cuanto instalaciones, con graves problemas a resolver sobre la focalización y la opacidad para la entrega de los recursos) pero sin el complemento y culminación que debe haber en las actividades diarias de niñas y niños para que se cumpla su derecho a aprender”, afirmó David Calderón, presidente de la organización civil.

No solo eso, agrega que desaparecieron en el río revuelto de la pandemia nueve programas, de los cuales cinco significaron una reducción de 21,982 mdp durante 2021 que afecta a 4.3 millones de niños, niñas y jóvenes (equivalente a la matrícula de Nuevo León y Estado de México juntas).

En medio de la peor pandemia del siglo, en ninguna parte del Tercer Informe de Labores de la SEP existe ni un asterisco que mencione el número de alumnos que se contagiaron o que fallecieron a causa del COVID-19. Tampoco de los maestros o profesores o del resto del personal de la secretaría.

¿Tan complicado es hacer un relevamiento, una encuesta entre todas las escuelas del país? ¿A nadie le importa la correlación que existe entre salud y educación? ¿entre educación y empleo? ¿entre educación y pobreza?

Parece que no. Hay 900 mil mexicanos que lo confirman.

@ba_anderson

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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