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Sobre la belleza real

Lo que consideramos 'bello' está íntimamente relacionado con el estereotipo dominante en los medios de comunicación, esto pone un énfasis especial en la responsabilidad de medios y patrocinadores.

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Durante la creación de Opinión 51, hicimos varias sesiones de fotos con nuestras columnistas, una de las preguntas que se repitió fue: “¿Te consideras poderosa?” Recuerdo la respuesta específica de una de ellas, quien de inmediato contestó: “Sí, desde niña”. Esa no es una respuesta habitual, no de las mujeres en general. Hemos aprendido a hablar con modestia, de nuestras capacidades, habilidades laborales, nuestro poder, el sueldo que queremos ganar, y sí, de nuestra belleza. ¿Cómo enseñaremos a nuestras hijas e hijos a quererse y aceptarse, si nosotras no lo hacemos? Dove lo está haciendo.

Desde el 2004, la marca ha tomado como encomienda defender la belleza real, y ayudar a las mujeres a construir una relación positiva con su apariencia, mejorando así su autoestima. En México, han impactado a 1.5 millones de personas, y 69 millones en el mundo a través del Proyecto para la Autoestima, que fue creado de la mano de expertas y expertos, y es impartido a profesionales de la educación, padres y madres, y menores de edad. Su misión es impactar a 250 millones de jóvenes.

Este trabajo y esta conversación son urgentes, un 34% de las y los adolescentes pasan tres horas o más diariamente en redes sociales, el 80% aceptan comparar su apariencia con la de las personas a quienes siguen en las diferentes plataformas virtuales, y la pandemia ha puesto un acelerador en el acceso a internet con la misma velocidad que en la salud mental. Según el sondeo de Unicef, Tu Voz Importa, que encuestó a 8,444 jóvenes y adolescentes en nueve países, encontró que el 27% acepta sufrir ansiedad y el 15% depresión.

Recuerdo haber leído que lo que consideramos 'bello' está íntimamente relacionado con el estereotipo dominante en los medios de comunicación, esto pone un énfasis especial en la responsabilidad de medios y patrocinadores sobre los cánones de belleza que deciden representar. Pero ahora entendemos que la mayor parte de nuestro tiempo y atención, está sobre las redes sociales, donde los filtros y la edición, hacen posible la proliferación de caras y cuerpos imposibles como el nuevo estándar.

Escucho con atención las respuestas de las y los menores que han tomado el curso de Dove, hay un par de palabras que repiten constantemente: “hermoso” y “aceptación”. ¿Qué aprendieron en el curso?, pregunta quién guía la conversación:

-Yo aprendí que cada quien es único a su manera.

-Eres único y hermoso.

-Todos somos hermosos.

-Hay que aceptarnos como somos, contestan.

¿Hemos escuchado esas dos palabras juntas en nuestros pequeños? ¿Hemos tenido esa conversación con nuestras hijas e hijos? ¿Cuándo fue la última vez que nos vimos al espejo, sin maquillaje, sin ropa, sin miedo?