La fantasía del Estado laico

Si no podemos contar con la iglesia católica en la dignificación de las personas trans tampoco cuenten con nosotras.

La fantasía del Estado laico
Ilsa Aguilar

Hablar de una solicitud de cambio de nombre en el acta de fe de bautismo de una persona trans es para muchos algo que no es posible, que es innecesario o imposible porque no es un documento de identidad sino un hecho histórico. Hay quienes sostienen que es mejor volver a solicitar el bautismo dentro de otra asociación religiosa, sin embargo el hecho de actualización de datos civiles en el acta de fe de bautismo si ocurre pero no para las personas trans porque los dirigentes de la iglesia católica parten de decir que es contrario a una praxis teológica.

El 21 de abril fui notificada respecto al fallo publicado en un juzgado federal luego de la promoción de un amparo indirecto por parte del apoderado legal de la Diócesis de Querétaro al negarse a cumplir las instrucciones del Organismo autónomo en materia de Derechos de Acceso, Rectificación, Oposición, y Cancelación en México, el INAI. Cuando me acerco al INAI es después de recibir una respuesta negativa de actualización de datos en la fe de bautismo que ingresé en el Tribunal Eclesiatico de la Diócesis de Querétaro porque como Asociación Religiosa es omisa a las leyes de transparencia y no tiene publicado un aviso de privacidad en su página web. Según ellos, solamente se rigen por el artículo 130  de Asociaciones de Culto e insisten en respetar la libertad religiosa. Al haber fallado un juez federal a favor de la Diócesis de Querétaro nos habla de la ausencia de un Estado de Derecho el cual es el derecho a tener derechos y hacer cumplir la ley. Hay que tener presente que la práctica religiosa no necesariamente es practicada a puerta cerrada.

Yo fuí bautizada por convicción de mi familia nuclear y tradicional, y cómo dice mi mamá cómo iban a saber que yo su hija sería trans. Por ello deben existir las posibilidades de cambio en el transcurso de nuestra existencia. Los líderes religiosos argumentan la importancia de ser bautizada a primeras edades como lo es la vacunación, pero aprovechemos la actualidad de la pandemia de COVID para explicar que aunque esté de acuerdo en la necesidad del acceso universal de las vacunas para todas las personas de todas las edades, la dosis entre adultos y niños no es la misma.

Para explicar mi convicción de solicitar un cambio de tal naturaleza, me permito detallar mi herencia familiar, es decir de donde vengo sin pretender excusarse como un personaje de abolengo. Yo no vengo de una familia de profesionistas, tampoco estudié en un colegio catolico privado. Mi educación católica es familiar y organiza a mi familia en términos de las posibilidades de conversación.

Mi mamá y mi papá nacieron en Querétaro en la localidad de La Solana, pero la familia de mi mamá cuando ella aún vivía su infancia se cambia a la localidad de Corea, ambas localidades cercanas a Santa Rosa Jauregui dónde está la parroquia que organiza a las capillas e iglesias de la zona, y también en esa localidad están las instituciones civiles más próximas. Mi infancia la viví en la localidad de San Pedro Mártir tan apartada del centro de la ciudad que todavía tiene rastros de ser percibida como un ranchito cuando ya forma parte de la mancha urbana de la metrópoli queretana. La localidad de San Pedro Mártir tiene otra característica: en cada colonia popular dentro de los marcos territoriales de esta localidad, hay una capilla y abundan los anexos contra las adicciones. Hay un problema latente que nos habla sobre cómo es atendido.

El estado laico es una fantasía, porque si realmente separamos lo que corresponde al Estado y lo que corresponde a la iglesia, no hay necesidad de seguir nombrando a las localidades con nombres religiosos dado que en México no hay religión oficial. O tantito peor, vemos que no hay Estado de Derecho porque es suficiente con que un comité de colonos constituido sin ningún referente democratico junte firmas para hacer una donación de terreno que de inicio ha sido destinado para todos como área verde de una colonia.

Un juez federal puede decir que la Iglesia católica se encuentra en el supuesto de la fracción II de la Ley de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares porque ellos no divulgan ni procesan con fines comerciales nuestros datos, pero recuerden que aunque no hay religión oficial en México, cuando han invitado a los líderes religioso del vaticano aparece mediáticamente el argumento que hay un grueso de la población mexicana que es catolica. Y esto cómo se sabe ésto ¿partiendo de la percepción que documenta el INEGI?, o porque justifican el número de personas bautizadas como el número de personas católicas. Cuestionemos, y seamos autocríticas.

En los últimos días, en el marco de la homolesbitranfocia, y ante el contexto hostil que se vive he pensado en hacer un acto público de apostasía para expresar los motivos por los que renuncio a la iglesia católica, y hacer notar que si no podemos contar con la iglesia católica en la dignificación de las personas trans tampoco cuenten con nosotras.

@IlsaAguilarB

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