Museos hoy. El mayor desafío.

Un llamado en la 45ª edición del Día Internacional de los Museos: en México hay más de 1177 museos que requieren atención inmediata. No se pueden olvidar.

Museos hoy. El mayor desafío.
Linda Atach Zaga

Por Linda Atach Zaga

Este texto está dedicado a Lourdes Monges Santos, comprometida militante del conocimiento y los museos.

La primera vez, fue inolvidable. Atrapa el inconsciente y se adhiere en las zonas más sensibles de la piel que cubre el alma. En mi caso, puedo revivir a detalle, a pesar de que hayan transcurrido varias décadas.

Me evoco de unos seis u ocho años y su inmensidad me hace sentir aún más pequeña. La escena es un lugar común: la brisa urbana humedece mi rostro, me anima a seguir a otros niños y mojarme en su torrente. Como el agua, la emoción se me desborda; nunca he visto ni veré nada igual: estoy frente al Paraguas de José Chávez Morado en el Museo Nacional de Antropología.

Mi fascinación por los museos se gestó en la infancia. Primero fueron los planetas, el sol, el esqueleto de un dinosaurio y las fauces del oso blanco disecado del Museo de Historia Natural, luego, los carruajes antiguos y las habitaciones principescas del Castillo de Chapultepec, más tarde y hasta hoy, los murales de Rivera, los paisajes de José María Velasco y los árboles del Bajío que sólo Francisco Goitia logró describir y que hoy habitan en el Palacio de Bellas Artes, el museo de Arte Moderno, en Palacio Nacional, San Carlos o el MUNAL.

De acuerdo con el Consejo Internacional de Museos el museo es: “[…] una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público; que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe, para fines de estudio, educación y deleite, testimonios materiales del hombre y su entorno.”

A pesar de que existen ajustes a esta definición, sobre todo, en el caso de los recintos dedicados a la lucha por los Derechos Humanos -que cada vez son más, y muy necesarios-, los primeros escenarios del coleccionismo se basaron en la acumulación de extrañezas. Vigentes en la Europa de los Siglos XVII, XVIII y XIX, las “Cámaras de curiosidades” (Wundercammers), se especializaron en acumular una variedad de vestigios de culturas ancestrales como armas, joyería, herramientas para el ritual, estatuaria, y por otro lado, objetos de naturaleza animal y humana, entre los que había corales, conchas y osamentas. Su objetivo era ilustrar: fundamentar el pasado y comprender “al otro” a partir de sus historias y legados materiales.

Contemporáneas a las cámaras de curiosidades, las colecciones reales reunían botines de conquistas, pero también las expresiones artísticas más relevantes de la historia del arte. Para 1660, Felipe IV de España era dueño de las obras de Rubens y de la totalidad de la creación de Velázquez, el pintor de las célebres Meninas. En la misma época, su yerno, Luis XIV de Francia, dictaba el gusto y se mandaba a construir Versalles. El problema era que sólo ellos y sus cortesanos tenían la oportunidad de contemplar sus tesoros. Quizá esto explique el hecho de que una de las primeras implementaciones de la Revolución francesa fuera la democratización de la experiencia estética, con la apertura, en 1793, del Palacio del Louvre y sus colecciones a todo público, en un ejercicio sin precedentes, tan revolucionario como cortarles la cabeza a Luis XVI y María Antonieta.

Si la inauguración del Louvre supuso un cambio radical a favor del crecimiento y el disfrute de la sociedad, la pandemia que paralizó al mundo por más de dos años, implicó uno de los cambios más severos en la historia moderna de los museos. Y lo más complicado es que aún no existe la distancia en el tiempo para cuantificar los daños.

¿Cómo sobrevivieron los museos en México entre 2020 y 2021 sin los más 61.2 millones de visitantes que recibieron en 2019? ¿Cómo restituir la confianza del público después del COVID-19? ¿Cuál será el futuro de los museos en nuestro país?

Aún es temprano para responder estos cuestionamientos, lo cierto es que las instituciones languidecen ante la falta de atención del Estado. Parece que a la 4T no le importan mucho los museos o quizá no forman parte de sus prioridades. Seguramente deben estar atendiendo la desgracia de los más de 100,000 desaparecidos, las 11 mujeres víctimas de feminicidio cada día, la muerte de periodistas, el desabasto de fármacos y los enfrentamientos entre policías y delincuentes, entre otros problemas.

Aprovecho el espacio y la celebración de la 45ª edición del Día Internacional de los Museos para hacer un llamado: en México hay más de 1177 museos que requieren atención inmediata. No se pueden olvidar.

@lindaatachz

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Más de 150 opiniones a través de 100 columnistas te esperan por menos de un libro al mes. Suscríbete y sé parte de Opinión 51.