Mi experiencia con Red: cómo puedo manejar mis emociones

Yo me identifico con Mei-Mei porque ella usa lentes y de mí se han burlado en la escuela por usarlos.

Mi experiencia con Red: cómo puedo manejar mis emociones
Victoria Samantha GA
Victoria Samantha GA, 7 años

Soy Victoria y me da mucho gusto compartir con ustedes esta historia. Aunque no se los pueda decir en persona, me da mucho gusto que me lean. Voy a contar una película muy bonita que me hizo sentir un poco como yo y que creo que trata de las emociones.

Red es una película que esperé por mucho tiempo. Trata de una niña que se llama Mei-Mei que vive en un templo con sus papás. Mei-Mei tiene 13 años y estudia la secundaria, en sus palabras “es oficialmente una adulta, o al menos eso dice la credencial de Toronto”. Mei-Mei es canadiense y china y vive en la ciudad de Toronto con su mamá y su papá, pero su mamá la tiene bajo mucha presión.

Mei-Mei estudia mucho para tener buenas calificaciones y siempre lo logra gracias a su esfuerzo. Ser una buena hija es su mayor orgullo. Ella no puede pasar mucho tiempo con sus amigas porque dedica su día a limpiar el templo. Cuando sale con ellas a la escuela ven a un niño que les gusta, pero a Mei-Mei no, y siempre comenta que “parece un vagabundo”. A lo que Abby, una de sus amigas, responde, “sí, pero uno guapo”.

En una ocasión, está mirando un programa con su mamá y después se retira a su cuarto para ponerse a hacer su tarea. Mientras hace su tarea, Mei-Mei decide dibujar al chico que les gusta a sus amigas y se da cuenta que a ella también le empieza a gustar. En su imaginación, ese niño le guiñe el ojo y comienza a dibujar debajo de su cama sin control. Hasta que llega su mamá a buscarla. Mei-Mei finge acostarse normal esperando que su mamá no vea la libreta con sus dibujos, pero después de ofrecerle una naranja, su mamá la descubre.

En esta escena, sentí que Mei-Mei perdió el control y su mamá se enojó mucho con ella. Cuando la vi sentí algo raro, como si tuviera los mismos nervios de Mei-Mei porque su mamá viera la libreta y sabiendo que algo malo iba a pasar. Su mamá identifica al chico de los dibujos porque trabaja en un súper y decide ir a reclamarle. En el lugar hay otro niño que molesta mucho a Mei-Mei cuando su mamá muestra sus dibujos delante de todos y la escena es muy vergonzosa para ella.

Más tarde, Mei-Mei empieza a tener pesadillas y sueña con sus ancestros y los pandas rojos. A la mañana siguiente se da cuenta que se convirtió en un panda rojo y se esconde en el baño, por lo que su mamá piensa que llegó su periodo. Cuando regresa a su cuarto, Mei-Mei descubre que puede controlar al panda rojo si se queda tranquila. Esto me hace pensar que, si me altero, me puedo convertir en un panda rojo y me di cuenta que trata de las emociones, como cuando estoy tensa, enojada, triste o muy feliz.

Yo me identifico con Mei-Mei porque ella usa lentes y de mí se han burlado en la escuela por usarlos. Sentí que podría ser un panda rojo. Pude tener esa experiencia de usar lentes y vi que debo ignorar esos comentarios y no dejar que mi panda rojo se salga de control. También me recuerda al apoyo de mi mejor amiga, que me abrazaba cuando me despedía de mi papá porque mi mamá estaba en su maestría y no podía verla mucho.

Mei-Mei demostró que podía controlar a su panda rojo. Si ella lo puede hacer e ignorar a las personas que la tratan mal, yo también puedo hacer eso. Si llegaste hasta este punto, gracias por leerme, me gustó mucho compartirlo. Si llegas a sentirte así, ahora sabes quién más también lo siente.

Victoria Samantha GA, 7 años. Estudio el primer año de primaria. Me gusta dibujar, el ballet y jugar con mis muñecas. De grande quiero ser científica y diseñadora de modas.

Mi mamá y mi papá se sentaron conmigo para ayudarme a escribir este artículo en la computadora porque me cuesta escribir “con deditos”. Me pidieron añadir que la edición del texto es de ellos.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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