El miedo al éxito es real
El Síndrome de la Impostora es real y es horrible. Es una tortura por parte de mi voz maldita a la que yo le llamo Úrsula, quien se aparece cuando rompo con el programa.
El Síndrome de la Impostora es real y es horrible. Es una tortura por parte de mi voz maldita a la que yo le llamo Úrsula, quien se aparece cuando rompo con el programa.