
Si todo quedara nomás en chingar, pero ¡no! siempre queremos más
Si bien el pedo es algo así como la espina dorsal de mis connacionales, el verbo chingar es, sin duda, nuestro sistema nervioso central.
Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.