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Por Pamela Cerdeira
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Andrea no se toca. La simple idea la hace reír tímidamente, se sonroja, mueve la cabeza de un lado al otro negando. Ahí no va, ahí no revisa. Es su cuerpo; si le doliera un brazo, si tuviera una cortada en una pierna, miraría con atención, la lavaría, tocaría sin dudarlo.

Sandra Luz sintió algo en su seno izquierdo. Entre cuidar a sus hijos y el trabajo, encontró tiempo para ir al médico. Le dijo que era urgente que le diera seguimiento, pero se cruzó diciembre. Era su mes de mayor ingreso: vendía cosas en la calle y dejó pasar el mes, y luego enero, y luego unos cuantos más, hasta que ese bulto era visible incluso a la distancia.

Es febrero, mi cita con la salud. No me molestan los piquetes ni la prueba de esfuerzo. Pero me preparo mentalmente para la mastografía. Pienso que, si fuera una prueba que los hombres tuvieran que hacerse obligatoriamente cada año, ya habríamos descubierto una forma menos incómoda de hacerlo. Con eso en mente, abro la bata, espero a que la técnica me acomode correctamente en la máquina y detengo la respiración. Uno, dos, tres. Cuando le pongo números descubro que no es tanto, no llega ni siquiera al minuto y se repite tres veces por lado. Soy afortunada: puedo elegir cuándo checarme, tengo la información adecuada, crecí en un entorno en el que mi cuerpo no era tabú y, aún así, no estoy lejos de las historias de Andrea y de Sandra. Casi siempre nos dejamos al final: porque nuestro tiempo es de otros o porque tenemos miedo.

Pero esta no es una historia triste, es un excusa para platicar de las mujeres que, con miedo o sin él, con tiempo o sin él, se revisaron, y la respuesta se tornó indescifrable: la mala, es positivo a cáncer de mama; la buena, estás muy a tiempo.

La detección oportuna salva vidas, y de eso no hay duda. No caben las excusas, mucho menos la de accesibilidad, y aquí es que les pido que compartan este mensaje con todas las mujeres a las que aman: ADO ha estado haciendo por 14 años la Caravana Rosa, un esfuerzo en el que facilitan mastografías gratuitas y acompañan con transporte terrestre a las mujeres que necesiten consultas de seguimiento. Este año aumenta un 14 % el número de mastografías a entregar. En las terminales de ADO pueden encontrar el Pase Rosa, el boleto que sin duda representa el mejor viaje de tu vida: el que está por delante en todos los años por venir.

Gracias a la Caravana Rosa se han logrado detectar oportunamente varios casos de cáncer de mama. 

En la página www.adocontraelcancer.com.mx encuentran toda la información. Las mujeres de más de 40 años que obtengan su pase entre el 8 de octubre y el 30 de noviembre podrán agendar su cita hasta el 31 de diciembre y realizarse la mastografía hasta el 30 de marzo de 2026.

Atinadamente, el lema de este año es: “Primero tú, después todo.” Que el próximo plan con sus amigas sea un acto de amor propio y cambien el café por ir a recoger su pase rosa. ¿A qué mujer le hablarías hoy para decirle que la quieres, y la quieres viva?

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@PamCerdeira

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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