Document
Por Raquel López-Portillo Maltos

El nombre de Jeffrey Epstein ha sido sinónimo de abuso e impunidad al amparo del poder. En las últimas semanas, su figura ha resurgido no sólo como un eco incómodo del pasado, sino como un torbellino político que ha sacudido los cimientos del movimiento Make America Great Again (MAGA), el mismo que llevó a Donald Trump al poder y que ahora enfrenta, por primera vez en una década, la amenaza de comenzar a fracturarse desde dentro.

Desde su arresto y su muerte en 2019, la figura de Epstein ha sido un símbolo dentro de la narrativa conspirativa de la derecha estadounidense. Para la base MAGA, la existencia de una supuesta lista de clientes de Epstein —políticos, empresarios, celebridades— es la prueba máxima de que existe un “Estado profundo” que protege a pedófilos de alto rango, y de que Donald Trump es el único líder dispuesto a enfrentarlo. En ese ecosistema no importaba que Trump hubiera tenido en el pasado una relación social con Epstein; lo importante era que había roto con él y estaba del lado de los justos al haber prometido durante su campaña desclasificar los documentos asociados al caso para llegar hasta el final del asunto.

Lo que empezó con la promesa de Trump de exponer a las élites abusadoras rápidamente terminó convertido en un laberinto de contradicciones. La fiscal estadounidense, Pam Bondi, inicialmente afirmó tener la famosa lista de Epstein, pero luego se retractó, mientras Trump oscila entre insinuar que existe información comprometedora y acusar a los demócratas de haber armado el escándalo con el único fin de atacarlo. Las consecuencias van mucho más allá de las típicas contradicciones del mandatario, ya que la narrativa que construyó en torno a este caso ahora se ha volcado en su contra a través de quienes lo apoyaron —y no están dispuestos a quitar el dedo del renglón.

SUSCRÍBETE PARA LEER LA COLUMNA COMPLETA...

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.