9 de marzo, las plumas de hoy

Vivimos un #8M más y otra vez salimos las calles a demostrar que no tenemos miedo; las columnistas de Opinión 51 escriben la Historia

9 de marzo, las plumas de hoy

Vivimos un #8M más y otra vez salimos las calles a demostrar que no tenemos miedo, o que éste no puede ser mayor al coraje de no ser escuchadas, de vivir entre noticias de feminicidios, de no hallar justicia en los crímenes, de sentir la violencia y la desigualdad a diario aún.

Nuestras columnistas dejan testimonio de lo que vivieron este #8M Día Internacional de la Mujer, y lo hacen desde la óptica de madres de familia, de tías, de hijas, de hermanas, de ciudadanas… de mujeres.

No puedes perderte sus relatos 💜

Todas las columnas de hoy son de libre acceso.  Comenzamos:

La verdad sobre las bombas y las armas en la marcha 8M

Este 8 de Marzo salimos a marchar y nos dimos cuenta que ellos nos tienen más miedo que nosotras a ellos, que no nos podrán engañar mas y que entre nosotras nos cuidamos mejor,  escribe Sandra Romandía. El intento de disuadir la concentración de ayer martes con advertencias de que podría ser la protesta más violenta de la historia fue de las mayores ofensas y agresiones a las de nuestro género en lo que va del sexenio por parte del gobierno federal. Lo de ayer fue “un concierto de orquesta de voces femeninas unidas que retumbó en el asfalto, en el concreto, en las avenidas, en el cielo”.

Relato de dos niños en la marcha del 8M

Sofía Ramírez decidió ir a la marcha con sus hijos pequeños  y con más miembros de la familia. Al principio hubo resistencia pero después todo fluyó. Ayer martes hubo momentos muertos, de soledad y silencio en Reforma, la calle principal de las movilizaciones. Quizás sí se logró disuadir a la población de no salir, pensó Sofía. La percepción en voz de los niños aderezó su capacidad de observación.

“No que no, sí que sí … ya volvimos a salir”

Jimena de Gortari escribió su experiencia a cuatro manos, junto con la pluma de su hija Laia, quien también marchó con ella en el contingente de Opinión 51, además de su familia. “Volvimos a salir después de dos años y fue una celebración, fue multitudinaria y congregó como siempre la diversidad que somos como mujeres”.

8 de marzo

Valeria Moy también marchó. Y lo hizo después de tener fuertes dudas de participar, pero, después de la misión nada sencilla -casi cuatro horas de caminata bajo el sol, lenta a veces, apretada otras, siete kilómetros- describe cómo ver de cerca la realidad  que ella cuenta con datos es importante. “Todas con un reclamo único: aquí estamos y no nos vamos a ir”.

Carta 4 a Rebecca

Soledad Durazo le escribe por cuarta vez un 8 de Marzo a su sobrina Rebecca de 14 años de edad. ¿Por qué? Porque ella es parte de esa generación que está creciendo con los ojos y el corazón y la valentía latente para no permitir abusos, desigualdad ni malos tratos por nada, pero especialmente por su género. Por cuarto año, Soledad le cuenta la evolución de las marchas feministas y la razón de ser de ellas. “‘Soy la tía de las niñas que jamás vas a tocar’; en ese momento Rebecca,  sentí que descubrí el porqué de mi presencia en esa marcha”.

Ya nos quitaron el miedo

“Me gusta estar rodeada de mujeres. Todas de morado. Todas con pañuelos verdes. Todas juntas en una diversidad que no se reúne en ningún otro día del año. Hoy es nuestro día. No nos lo quita nadie”, escribe Jaina Pereyra en un texto tan breve como indispensable: el resumen de sensaciones, conclusiones y vivencias de este 8 de Marzo. “Ya nos quitaron la paz, así que ya nos quitaron el miedo”.

😎 Es todo por hoy. ¡Que continúe bien la semana!

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.