Por Rita Alicia Rodríguez.
El formato que lanzó carreras, construyó íconos y generó valor para toda una industria, hoy circula en ciclos de segundos y espacios fragmentados.
No fue solo en 1981 cuando MTV llegó a la televisión, sino cuando la música empezó a vestirse de imágenes para transformar por completo la manera en que la música se sentía, se vivía y se experimentaba, ya fuera en una pareja caminando por una avenida concurrida en Nueva York, en el ambiente de una universidad en Londres o en la energía de un bar en cualquier rincón del mundo. Ahí estuvo la magia: la música encontró un lenguaje visual que conectaba emociones, aspiraciones, culturas y generaciones, revelando también los lugares y estilos de vida detrás de cada canción.
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