Tener hijos o no tener hijos: esa es la cuestión

Lo más injusto de ser mujer es que tienes un tiempo para decidir si ser mamá o no.

Tener hijos o no tener hijos: esa es la cuestión
Romina Sacre

¿Y si me arrepiento de no ser mamá? Es la pregunta que últimamente ha estado dándome vueltas por la cabeza. Debes saber, queridx lectorx, que nunca he sido alguien que ve a un bebé y se derrite. Soy la persona que ruega que no le toquen niños cerca en el avión y no hay un plan en el mundo que se me haga más aburrido que una fiesta infantil. No convivo con niños porque, a pesar de que tengo un montón de amigas mamás, mis  amigas quieren verme sin sus hijos para poder platicar sin interrupciones. Todo mi entorno es bastante adulto y me siento cómoda así. No es que me caigan mal los niños, simplemente no sé cómo interactuar con ellos.

He sido súper pública al respecto de no querer tener hijos, pero este año cumplo 37 años (tres años para que empiecen a cantarme “Señora de las cuatro décadas” de Arjona) y aunque estoy feliz con mi edad, es el programa y las creencias, las que empiezan a chingar poco a poquito, que se me está yendo el tren….

“Lo más injusto de ser mujer es que tienes un tiempo para decidir si ser mamá o no”, dice mi amiga Fabiola y no puedo estar más de acuerdo. Sí, es injusto porque hoy me siento sumamente plena en mi vida, me estoy desarrollando profesionalmente, tengo muchas ideas de nuevos proyectos, por fin tengo estabilidad económica. Estoy viviendo la vida que siempre he soñado, ¿por qué tengo que tomar pronto una decisión tan importante? Para mí, el tener hijos se me hace la decisión más importante de la vida porque no puedes regresar a ningún lado. (Estaría padre, la neta. Un free trial de 21 días para decidir si te lo quedas o no).

Pienso en todos los escenarios de ser mamá. En los pros y los contras. Debrayo en cómo sería yo (¿buena/regular/mala?). ¿Sería de esas que quiere ser la protagonista del chat de mamás? ¿Cuáles son las cosas que  tendría que sacrificar? Dicen que cambia tu relación de pareja, ¿qué tanto afectaría? Cuentan que no duermes, ¿por cuánto tiempo?

Como puedes darte cuenta, SOY SÚPER RELAJADA. Cero intensa.

Son pocas las que me han dicho la neta sobre la maternidad. Lo frustrante, cansado y desgastante que es querer embarazarte y no poder. Lo cruel que es perder un bebé. Los celos que experimentaron en el posparto porque toda la atención de su pareja iba dirigida hacia el recién nacido. Cómo te cambia el cuerpo. Las hormonas. El debate de la fórmula y la lactancia. Las terribles personas que se convirtieron a raíz de que su hijo no duerme.

Escucho historias que, desde mi punto de vista, podrían ser sacadas de una película de suspenso o terror (¿que sangres durante tantos días después del parto se les hace una experiencia instagrameable? No creo).

Conozco a todo tipo de mamás: las que están obsesionadas con sus hijos y no hablan de otra cosa. Otras que se quejan continuamente de que ser mamá es una friega y un trabajo de 24/7 donde nadie te da vacaciones. Mamás que son conocidas en la escuela de sus hijos como “la mamá que trabaja” y son juzgadas. Mamás que me platican mientras sus hijos lloran, gritan y patalean a lado de nosotras, que tienen  una habilidad, (¿superpoder?,¿valemadrismo?), para bloquear el berrinche y seguir la conversación. Las proveedoras de la casa donde las abuelas cuidan a los nietos. Mamás divorciadas que el papá no da un peso y ellas tienen que ver por sus hijos. Mamás que me han dicho: Amo a mi hijo pero si pudiera regresar el tiempo, hubiera elegido algo distinto.

Escucho y pienso: No puedes experimentar en cabeza ajena. Cada quien habla de cómo le va en la feria. No hay correctos o incorrectos. Y por esa razón decidí escribir esta columna porque es una conversación recurrente con mis amigas que no tienen hijos. ¿Nos vamos a perder algo si decidimos que no queremos ser mamás?

Regreso a pensar: ¿y si me arrepiento en unos años y ya es demasiado tarde? ¿Qué es lo que vendría a darme un hijo? ¿Sería más feliz? ¿Menos egoísta? ¿Más amorosa?

¿Será que se puede maternar de otras maneras? ¿Siendo tía? ¿A través de proyectos, libros, éxitos profesionales? ¿Con mis perros? ¿O no existe un amor más puro que el de un hijo?

Siento que cada vez me queda menos tiempo y no sé qué hacer con tantas preguntas. Me angustia el reloj biológico, me caga que los hombres no tengan que pensar en esto. Por lo pronto ya busqué en Google: lugares para congelar óvulos CDMX. Y tal vez así, pueda poner en pausa mis cuestionamientos para encontrar las respuestas que resuenan conmigo.

@RominaSacre

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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