Por Rosa Covarrubias
Cada cuatro años es la misma sensación: mariposas en el estómago, expectativas, historias por doquier para contar, algunas ya conocidas, otras nuevas, lágrimas de emoción y una carrera contra el tiempo porque la cuenta regresiva ya inició.
Esta vez, la trigésimo tercera olimpiada ha sido más corta respecto a las anteriores. Apenas hace dos años se realizaron los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, una justa deportiva distinta a cualquier otra que hayamos vivido, la pandemia hizo que fueran "un poco diferentes", sin público en las gradas, sin la familia, pocos periodistas en el lugar, muchos grados de temperatura, pero fríos los escenarios, aunque para los protagonistas, la emoción fue la misma.