Clark y el poder de un balón

Es impactante como las niñas, los niños y los jóvenes se abalanzaban hacia ella en busca de una foto o un autógrafo.

Clark y el poder de un balón
Rosa Covarrubias

Por Rosa Covarrubias

Si naciste en la década de los 70 y 80 y te hablo de basquetbol y que nombres algún jugador famoso de aquella época, sin duda el primero que te vendrá a la mente es el mítico Michael Jordan, sí, el mismo que revolucionó no solo su deporte, también la manera de hacer negocios en el deporte, utilizando su imagen para vender productos. Si no has visto la película de Air, te la recomiendo ampliamente. 

Larry Bird, Kareem Abdul-Jabbar, Bill Russell, “Magic” Jhonson, Shaquille O’Neal, son algunos de los nombres que han hecho del basquetbol de la NBA la mejor liga de baloncesto del planeta. 

Es el siglo XXI, 22 de enero de 2002 para ser exactos. Estamos en Des Moines la capital de Iowa, justo aquí, ese día, la familia Clark le dio la bienvenida a quien, 22 años después, revolucionaría el baloncesto de la NCAA.

Ella es Caitlin Clark, una joven basquetbolista de 22 años y 1.80 metros de estatura que jugaba para la Universidad de Iowa. Su habilidad dentro de las duelas y el carisma que ejerce fuera de ellas, la ha llevado a ser la figura deportiva más importante y una de las mujeres más influyentes en el deporte de los últimos años, no solo en los Estados Unidos. 

Es la primera basquetbolista, hombre o mujer, en superar los 3000 puntos, 900 asistencias y 800 rebotes en la NCAA; batió el récord de más puntos anotados en la historia del basquetbol de la NCAA, dejando la marca en 3,921, superando los 3,649 puntos de Lynette Woodard en la rama femenil que existía en el basquetbol colegial desde 1981 y los 3,667 de Pete “Pistola Pete” Maravich, quien ostenta el récord varonil desde hace 54 años, el cual consiguió en tres temporadas y en la época en la que no existían los triples. 

Por si fueran pocos los logros de Clark dentro de las duelas, su presencia en las arenas fueron un pretexto para conseguir lo impensable, que se llegará a pagar por un partido de basquetbol colegial femenil en los Estados Unidos, la cantidad de hasta 4,000 dólares en la reventa. 

Su camiseta se convirtió en la más vendida del deporte universitario, no había día en que no se colgara el letrero de NO hay boletos en el Carver-Hawkeye Arena cada vez que jugaban de locales. Miles de aficionados en expectación de lo que hiciera Caitlin Clark, de cada tiro, de cada asistencia y cada rebote, en el duelo de postemporada  ante la Universidad de DePaul, se congregaron 55,000 espectadores. 

Esta temporada, en televisión, cuatro de sus partidos estuvieron dentro de los 10 eventos  más vistos en los Estados Unidos, los más destacados: en el octavo puesto, Iowa vs LSU en el Elite Eight cuando enfrentó a Angel Reese alcanzó a 12.3 millones de espectadores, superando las finales de la NBA de 2023; Iowa vs UConnen el Final Four, los 14.4 millones y el juego por el campeonato entre Iowa vs South Carolina, el que significó el último partido de Caitlin Clark en la NCAA, alcanzó los 18.9 millones de espectadores, superando la final varonil entre UConn y Purdue, que la vierno 14.4 millones. 

El juego por el campeonato ante South Carolina, el cual perdió Iowa, solo fue superado por el Super Bowl de este año, State of the Union 2024, el Mundial de Qatar 2022 y la entrega de los premios Oscar.

Clark consiguió que Nike la fichara por 3.1 millones de dólares y la marca deportiva no dejó escapar el hito histórico tras superar la marca de Maravich. 

Sin duda, Caitlin Clark ha dejado un legado importante en el basquetbol de la NCAA, es impactante como las niñas, los niños y los jóvenes, se abalanzaban hacia ella en busca de una foto o un autógrafo… la WNBA recibirá con los brazos abiertos a la mujer que está revolucionando el basquetbol femenino.

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@RCova18

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