Por Saiph Savage

En días recientes tuve el honor de participar en el seminario “Digital Rerum Novarum: Artificial Intelligence for Peace, Social Justice, and Integral Human Development”, organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales en la Casina Pio IV, Ciudad del Vaticano.
Este evento fue profundamente significativo porque se enmarca en la visión del Papa León XIV, en continuidad con el Papa Francisco, sobre el lugar de la inteligencia artificial en la sociedad. Ambos recuerdan que la IA es “ante todo, una herramienta”, cuyo valor moral depende de cómo y para qué se use
La Iglesia llama a evaluar estas tecnologías a la luz del desarrollo humano integral, que contempla no solo el bienestar material, sino también el intelectual, cultural y espiritual de las personas.
El Papa León XIV ha sido enfático: vivimos “otra revolución industrial”, paralela a la del siglo XIX que motivó la encíclica Rerum Novarum para defender la dignidad del trabajo frente a la industrialización
Hoy, con máquinas “inteligentes”, el desafío es el mismo: evitar la deshumanización y asegurar que la tecnología esté al servicio de la justicia social y la dignidad del trabajo.
¿Qué significa AI for Good?
En este marco, AI for Good no es solo “usar bien la tecnología”, sino orientar la IA al bienestar integral de la humanidad y al bien común:
- Poner en el centro a los más vulnerables, evitando exclusiones en la transición digital.
- Reducir desigualdades, distribuyendo de forma equitativa los beneficios de la innovación.
- Respetar derechos y libertades, con marcos de gobernanza responsables.
- Fomentar sostenibilidad e integral ecology, cuidando a las personas y al planeta.
- Generar confianza, demostrando que la IA puede regirse por criterios éticos y espirituales.
Como subrayó el Papa, la medida de nuestra humanidad estará en cómo incluimos a los más vulnerables en esta nueva revolución.
Mi presentación: IA centrada en los trabajadores
Compartí mi investigación sobre IA para el bien social, con énfasis en diseñar sistemas que respeten la dignidad de los trabajadores y los empoderen, en lugar de reemplazarlos.
Trabajo con diseño participativo (participatory design), donde los trabajadores son co-creadores de la tecnología. En talleres y procesos colaborativos, ellos definen qué problemas abordar, cómo presentar sus datos y qué valores deben guiar el sistema. Este enfoque:
- Incluye voces ignoradas y contextos vulnerables.
- Previene daños al anticipar sesgos y efectos no deseados.
- Construye confianza al reflejar la experiencia real de quienes usan la tecnología.
- Empodera devolviendo agencia y capacidad de decisión a los trabajadores.
Este modelo responde al llamado del Papa: una IA al servicio de la dignidad humana y la fraternidad, no de la sustitución ni la deshumanización.
Lo que hicieron otros participantes
El seminario reunió a líderes de Iglesia, política pública, academia, sociedad civil e industria. Entre los anfitriones: Cardenal Peter Turkson, Hna. Helen Alford O.P., Amandeep Singh Gill, Gustavo Béliz y Paolo Carozza
Referentes globales presentaron perspectivas complementarias: David Autor (MIT), Jaron Lanier (Microsoft Research), Carme Artigas (ONU), Markus Brunnermeier (Princeton), Maryanne Wolf (UCLA), Carissa Véliz (Oxford), Jeffrey Sachs (Columbia), Paul Nemitz (College of Europe), Rafael Yuste (Fundación Neuroderechos), entre muchos otros
El programa incluyó 12 sesiones: dignidad humana y doctrina social; paz social en redes; riesgos de IA como arma; trabajo, reconversión y educación continua (donde participé junto a David Autor, Mophat Okinyi y Molly Kinder); futuro de la IA; integridad cognitiva; soberanía tecnológica e infraestructura; IA sostenible; estándares y gobernanza internacional; ética empresarial; síntesis para el desarrollo humano integral; y una sesión latinoamericana con el lanzamiento del “IA LAC Knowledge Hub”.

Gratitud, América Latina y conclusión
Agradezco especialmente a Gustavo Béliz, miembro de la Pontificia Academia, por la invitación y por impulsar el IA LAC Knowledge Hub, una red regional para aplicar la IA con sentido ético y social
¿Por qué es crucial crear IA para América Latina, y por qué la región es clave en este debate?
- Diversidad y equidad: América Latina es cultural y lingüísticamente diversa; diseñar IA desde y para la región evita importar modelos que no contemplen nuestras realidades y reduce sesgos que profundizan desigualdades.
- Bienes públicos y servicios esenciales: Salud, educación, empleo y seguridad social requieren IA centrada en derechos, con impacto directo en millones de personas.
- Trabajo y economía digital: Alta presencia de trabajo informal y de plataformas; se necesita IA que empodere a trabajadores, promueva reconversión laboral y mejore condiciones en lugar de precarizarlas.
- Soberanía tecnológica y datos: Fortalecer capacidades locales e infraestructura regional es vital para soberanía tecnológica, tal como subrayó la sesión sobre conocimiento e infraestructuras con foco en el Sur Global.
- Sostenibilidad e integral ecology: La región es crítica para los desafíos climáticos y de biodiversidad; se requieren modelos de IA sostenibles y alineados con el cuidado de la creación
Impulsar IA desde América Latina no es solo una cuestión regional: enriquece la gobernanza global, aporta soluciones creativas a problemas complejos y encarna el principio del bien común en un mundo interdependiente.
Participar en el Vaticano fue una oportunidad para unir investigación, práctica participativa y visión ética. La IA no debe repetir los errores de la Revolución Industrial. Nuestra responsabilidad es asegurar que esta nueva revolución no nos haga “ricos en tecnología y pobres en humanidad”, sino que se convierta en una herramienta para construir una sociedad más justa, solidaria y fraterna.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.

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