Azucena Uresti y el periodismo

Lejos de polarización, rumores e intrigas, la apuesta debe ser por más Azucenas y más periodismo que sirva y que busque sobrevivir con la verdad como bandera aún frente a los embates de la censura como marea constante.

Azucena Uresti y el periodismo
Sandra Romandía

Por Sandra Romandía
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Conocí a Azucena Uresti en la coincidencia del peregrinaje constante y eterno del periodista:  buscar historias que nos muestren la realidad tal y como es. Desde hace algunos años tuve la fortuna de formar alianzas, colaboraciones y concordancias con ella desde la visión de este periodismo que busca la verdad más allá de filias o fobias. Tuve un segmento en su espacio televisivo -que derivó en una gran amistad- y desde él pude constatar su profesionalismo y casi sobredimensionada obsesión por la perfección y rigor. 

Coincidimos desde este periodismo que no busca el poder, ni relaciones públicas; que no apuesta por partidos o por hacerse millonario, desde este periodismo ingenuo, quizás, que es más bien una misión de vida. Desde un periodismo que engloba un derecho humano, la libertad de expresión, que quizás es el único que no tiene casa cubierta por el Estado a diferencia de otros como la salud, educación, justicia...

A los periodistas no nos toca ser la noticia, sino buscarla, olfatear y escarbar a veces en medio de las trincheras  de ejércitos con intereses políticos, económicos o de poder en los que no entramos pero entre los que, sin duda, nos toca andar, a veces con casco, con o sin protección o a ras de suelo entre los cañonazos de los frentes que tienen motivaciones que nos son ajenas.

Y en el periodismo, como en la vida en general, no se puede destacar sin honestidad, entrega y cierta compulsión a pensar que siempre hay algo más que contar, qué descubrir, qué ofrecer. 

Como diría el gran Darío Restrepo: el periodista no busca el poder sino el servicio, y es así como descubre su vocación, por el entusiasmo y pasión con que se sirve al público con información de calidad.

Y aprovecho la ocasión para citar también a otro célebre del gremio, Gabriel García Márquez quien solía decir que,  a pesar de todo, el periodismo es el mejor oficio del mundo. 

Así que, lejos de polarización, rumores e intrigas, la apuesta debe ser por más Azucenas y más periodismo que sirva y que busque sobrevivir con la verdad como bandera aún frente a los embates de la censura como marea constante. 

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@Sandra_Romandia

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.