El Estado al servicio de un individuo y de un partido, peligrosa normalización

El presidente mostró sin duda que sigue convocando apoyo popular, pero también, y de manera más diáfana, quedó probada la capacidad de movilización política del Estado mexicano.

El Estado al servicio de un individuo y de un partido, peligrosa normalización
Por Sandra Romandía

Las calles llenas de autobuses con rótulos de todos los municipios imaginables del centro del país y de prácticamente todos los estados de la República, las imágenes del reparto de refrigerios, las fotografías de dirigentes de Morena o de funcionarios de secretarías pasando lista a los asistentes, los uniformes guindas…

El presidente mostró sin duda que sigue convocando apoyo popular, pero también, y de manera más diáfana, quedó probada la capacidad de movilización política del Estado mexicano.