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Por Sofia Guadarrama

No es coincidencia que dos de los peores presidentes de México hayan sido Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo y Pacheco. Se conocieron en la secundaria Benito Juárez de la colonia del Valle en la ciudad de México, a la que también asistían Arsenio Farell Cubillas y Arturo, “El Negro” Durazo.

José y Luis estudiaron derecho en la UNAM y se separaron luego de graduarse como abogados. Echeverría entró inmediatamente al PRI, gracias a su hermano Rodolfo. López se dedicó a litigar de 1946 a 1959.

José López Portillo era tan malo como abogado que a los 38 años de edad se quedó desempleado. Pero la suerte estaba de su lado. Su amigazo de la infancia y adolescencia Luis Echeverría fue nombrado Subsecretario de Gobernación en el gobierno de Adolfo López Mateos y le consiguió a José un puesto como asesor técnico de los oficiales mayores de la Secretaría de Educación Pública y del Patrimonio Nacional.

Sin mérito alguno, José fue promovido a director general de las juntas federales de mejoras materiales de la Secretaría de Patrimonio Nacional. Cinco años más tarde, en 1965, ya en la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, ahora como Secretario de Gobernación, puso a López Portillo como jefe de asuntos jurídicos de la Secretaría de la Presidencia de la República. Emilio Martínez Manautou lo ascendió a subsecretario de la Presidencia de la República.

Sí. Así nomás. Un abogado mediocre, sin experiencia en el servicio público entró por la puerta grande a la política nacional gracias a las palancas de su cuate y tan sólo 2 sexenios después llegó a la Presidencia de la República.

Al asumir la presidencia, Luis Echeverría colocó a su amigo José López Portillo como subsecretario de Patrimonio Nacional. En 1972 lo nombró director general de la Comisión Federal de Electricidad. En 1973 lo nombró Secretario de Hacienda, aunque no supiera absolutamente nada de asuntos financieros, ni de impuestos, ni de presupuesto. Y en 1975, José López Portillo fue destapado como candidato a la Presidencia de la República. Llegó a Los Pinos sin un candidato opositor. 

En su gobierno decidió incrementar de un día para otro el IVA del 10 al 15%. Asimismo, se dio a la tarea de expropiar empresas. Luis Echeverría ya lo había hecho con 372. José López Portillo Incrementó la cifra a 1115, lo cual provocó una fuga de capitales de $55,000 millones de dólares. 

En su sexto informe de gobierno, el presidente López Portillo acusó a esos empresarios de “haber saqueado al país”. Entonces, aquel que había prometido defender el peso como un perro, decidió nacionalizar los bancos, sin tener dinero para indemnizarlos. (La misma estupidez que hizo Lázaro Cárdenas con la expropiación petrolera y la misma estupidez que cometió AMLO al cancelar el aeropuerto de Texcoco). 

A la gente que tenía cuentas en dólares se los nacionalizó, los bautizó como mex dólares y se los pagó a la mitad. Es decir que, de 150 pesos, se los bajó a 70 pesos por dólar. Uno de los más nefastos atracos a la sociedad mexicana.

Con esto demolió los logros que se habían obtenido en los sexenios de Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. 

El día de su toma de protesta a Miguel De la Madrid no sólo le colocaron una banda presidencial, también una medalla llena de pólvora: una inflación de 90.9 %, el peso devaluado a 150 por dólar, una deuda externa de 80,000 millones de dólares, una fuga de capitales de 55,000 millones de dólares y el sistema financiero hecho añicos.

Todo parece indicar que la crisis que López Obrador le hereda a Claudia Sheinbaum Pardo será aún peor. Le deja la relación bilateral con Estados Unidos tambaleándose en la cuerda floja, un pleito innecesario con Joe Biden, el T-MEC dinamitado, la producción de fentanilo sin control y El Mayo Zambada preso y listo para cantar. 

Le deja un país con los niveles de inseguridad más altos de la historia moderna, 197 mil homicidios dolosos; 7,617 feminicidios hasta junio de 2024 y 51 mil 618 desaparecidos.

La deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 14 billones 181 mil 811.1 millones de pesos, al cierre de julio. 

La Deuda Externa (Bruta) del Gobierno Federal, en 125,982.7 millones de dólares. 

Al cierre del 2023, este gobierno acumuló una fuga de capitales por 349 mil 858.5 millones de pesos. La mayor fuga de capitales en México fue durante la crisis del 95, en el gobierno de Ernesto Zedillo, la cual ascendió a 68 mil 969.68 millones de pesos. De acuerdo con Grupo Financiero Base, en lo que va de enero a junio de 2024, en México se ha registrado una fuga de capitales de 42,402 millones de pesos.

Hay que agregarle la crisis política que deja con la Reforma al Poder Judicial y la desaparición de los Órganos Autónomos. 

Una más, en medio de la peor crisis económica desde la Revolución Mexicana, a Miguel De la Madrid le tocó organizar la Copa Mundial de 1986. Cuarenta años después, a Claudia Sheinbaum Pardo también le tocará inaugurar la Copa Mundial de la FIFA México, Estados Unidos y Canadá 2026.

Las coincidencias son aterradoras. Toco madera para que no nos sacuda otro terremoto como el de 1985.

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@SofiaGuadarramaC

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