Por Sofía Guadarrama Collado
Hay historias que no se conforman con ser contadas: necesitan ser soñadas. Son tan increíbles que se refugian en el territorio sagrado de las leyendas, allí donde lo imposible se vuelve verdad y la razón se sienta a escuchar.
Lo que voy a narrarles no pertenece al mundo de la lógica. Es un relato que sólo se entiende si uno aprende a mirar con los ojos cerrados y a oír con el corazón abierto, porque —créanme— hay criaturas invisibles merodeando entre nosotros, esperando ser descubiertas por quien conserve un poco de fe y una chispa de inocencia.
SUSCRÍBETE PARA LEER LA COLUMNA COMPLETA...