Por Sofía Guadarrama Collado
Siete años. Siete. Llevamos siete malditos años viviendo dentro de un torbellino de infamias políticas en México que no paran, no descansan, no dan tregua y no se disculpan. Una tras otra, como si el país fuera un carrusel de ignominias que gira sin detenerse. Ya nadie se espanta. El pueblo bueno ha aprendido a caminar bajo la tormenta sin paraguas.
El gobierno de Claudia Sheinbaum se desmorona con la solemnidad de un castillo de naipes en cámara lenta. Tiene todo: el poder, el micrófono, el púlpito, el ejército, al Congreso, a la Suprema Corte de la Injusticia de la Nación, al INE, al INAI, los bots, los trolls.
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