Document
Por Soledad Durazo

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) siempre ha dado la nota, como decimos en el argot periodístico. Quizá no es exagerado adjetivar para ser más precisa: siempre ha dado la mala nota.

Los actos recientes en los que han tomado calles trastornando la ya de por sí caótica vida a los capitalinos y retrazado la llegada de pasajeros al aeropuerto e incluso impedido que se realizara bajo el formato normal la conferencia diaria que encabeza la Presidenta de la República, nos invitan a reflexionar sobre la labor docente.

En sus manifestaciones es frecuente escuchar a manera de explicación o justificación, que: “El maestro luchando también está enseñando”.

¿Realmente está educando el maestro cuando su lucha perjudica a terceros y deja sin clases a sus alumnos?

Es que de verdad son escandalosos los datos que ofrece el Secretario de Educación, Mario Delgado: en el reciente capítulo de esta nueva temporada, 19 mil 974 escuelas han estado en paro por las manifestaciones de la CNTE y son alrededor de un millón de alumnos afectados.

Si bien es cierto, la cifra representa el 9.8% de escuelas en paro mientras que 90.02% mantienen su actividad, el caso es que ni una escuela tendría que suspender clases.

SUSCRÍBETE PARA LEER LA COLUMNA COMPLETA...

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.